Gonzalo Solimano es artista, productor y gestor cultural con más de 20 años de presentaciones en vivo, actividad discográfica, producción de eventos y compromiso con el desarrollo de la escena de música electrónica y el arte digital de Buenos Aires, Argentina.
Amante del sonido, la tecnología y los sintetizadores modulares, su estudio es su lugar en el mundo. Allí disfruta de compartir tiempo con músicos amigos, rodeado de sistemas de audio, experimentando y re-aprendiendo a diario nuevas técnicas de trabajo.
La música house fue el sonido de su adolescencia en los 90, donde dio sus primeros pasos como DJ. Con los años fue evolucionando e incorporando diferentes géneros musicales, desde el techno al world music, forjando una propia visión y estilo.
Con su alias Solito decidió explorar nuevos horizontes, produciendo música ambient y desarrollando un proyecto diferente a todo lo que había hecho hasta entonces. Lo presentó en ArtBasel Miami 2019 en Atchugarry Art Center junto al artista visual Martin Borini y más tarde tuvo su premiere argentina en la Semana del Arte de la Ciudad de Buenos Aires.
En 2020, la pandemia marcó un antes y un después en el mundo, pero no impidió que Gonzalo apueste una vez más a un nuevo proyecto discográfico y plataforma de eventos. Su nueva aventura se llama Dialog y cuenta con la colaboración de grandes artistas y funciona como un espacio para el diálogo entre distintos estilos, géneros y disciplinas.
Gonzalo fue fundador y director de la productora Unlock Production, desde 2005 hasta 2020. Por más de una década colaboró con la plataforma Red Bull Music Academy y desde 2017 es director general de MUTEK Argentina, la edición en Buenos Aires del festival internacional digital originario de Montreal que también se lleva a cabo en Ciudad de México, Barcelona, Tokio, Dubai y San Francisco. En 2016 creó el Espacio de Música y Arte Digital del Centro Cultural Kirchner junto a su Plataforma ArtLab, la cual dirige en la actualidad.
Mutek 2021 es una aventura digital, un nuevo desafío de producción
¿Cómo definirías esta nueva edición de Mutek?
La defino como una aventura digital, un nuevo desafío de producción, y como un modo distinto de vivenciar MUTEK. Lo digital está en el ADN del proyecto con lo cual la migración a lo digital no fue algo tan engorroso. Es un proceso más o menos natural que MUTEK a nivel global solucionó con la creación de una plataforma propia para transmitir los eventos de todas sus filiales. www.virtual.mutek.org
Si bien MUTEK también tiene en su ADN la idea de lo global, creo que estas ediciones en pandemia consolidan esa experiencia global porque las distintas ciudades donde se realiza MUTEK unen sus esfuerzos para brindar programaciones en conjunto, como hacemos nosotros con España en esta ocasión, y lo hicieron México y Japón meses atrás. Argentina y España ofrecen una programación diversa y nutrida a lo que se le suma el aporte de toda la red internacional: se verán expresiones registradas en México, Japón, Valencia y Montreal.
¿Qué la distingue de todas las anteriores?
La mayoría de las expresiones artísticas son transmitidas por la plataforma virtual.mutek.org. Es importante aclarar que en España sí hay una serie de eventos presenciales programados y por eso hablamos de una edición híbrida. Aquí en Buenos Aires, concentraremos todos los contenidos que hemos grabado en la plataforma digital donde el público podrá participar a través de un chat habilitado en cada una de los shows.
Me parece que si bien el festival siempre funcionó como un amplificador en tanto exhibición de las artes digitales esta vez esa llegada tiene la posibilidad de ser realmente global a partir de la plataforma y eso creo que es una diferencia notable.
Además de las presentaciones distribuidas en las diferentes secciones (A/Visions, Play, etc), hay una Galería Virtual con obras seleccionadas para ser “visitadas”.
¿Cómo ha sido la evolución desde el punto de vista artístico pero también de la producción?
En los artistas la evolución es una constante. Año a año van superándose en creatividad, cosa que va acompañada por la aparición de nuevas herramientas o “instrumentos”, podríamos decir, que ofrece la tecnología. En la producción de un evento tradicional, desde nuestra productora Artlab siempre buscamos la excelencia en audio-visión. Cualquiera que haya estado en alguna edición de MUTEK.AR habrá comprobado que el equipamiento con el que montamos los eventos es de primera línea. Con el paso del tiempo, los equipos van mejorando y siempre hemos estado a la altura de un standard alto a nivel internacional que exige MUTEK. Lo que sucede con esta nueva edición, mayormente digital, es que nos hemos concentrado y especializado al máximo la producción del registro audiovisual. Donde ya no hay toda esa logística de terreno para montar un espacio, sino una cantidad de detalles para diseñar y adecuar las locaciones y registrar lo que los artistas traen como propuesta. El foco de la producción está puesta en calidad de audio, luces, puesta de video y cámaras en cada caso.
¿Cuál es la clave para no caer en la repetición de estilos, de artistas año a año?
Justamente lo que identifica a las programaciones de MUTEK en Argentina y en toda la red es que se trata de una grilla llena de estrenos. Participar de MUTEK implica que necesariamente tengas que mostrar algo nuevo. Hay artistas argentinos que participaron de varias ediciones, pero siempre mostrando una evolución, una nueva obra, un nuevo sonido. Es así que este año tenemos estrenos de Kaleema, UJI, los legendarios Klauss, el debut de Las Olas, un set ambient exótico de Barrio Lindo, y a nivel internacional del debut de MRAK, proyecto naciente de Carmine Conte, mitad del dúo Tale Of Us. Por otro lado, siempre tenemos una parte de la programación destinada a nuevos talentos, los más jóvenes que traen novedades siempre. Programar MUTEK significa sostener un diálogo constante con la comunidad creativa y artística. Estamos al tanto de las novedades porque existe ese diálogo permanente con los y las protagonistas.
Participar de MUTEK implica que necesariamente tengas que mostrar algo nuevo.
¿Cuál es la relevancia de espacios como Mutek para la industria del arte digital? ¿Qué le aporta a un artista?
MUTEK es un espacio donde podés ver shows y obras de arte digital, música y audiovisuales, realidad virtual y otras expresiones que están por fuera de las tendencias de consumos masivos impulsadas por la moda o lo pasajero. En MUTEK verás usos totalmente creativos de las tecnologías para crear obras que te van a mostrar algo que nunca viste u oíste. Entonces la importancia de MUTEK para el sector es que en Argentina es el espacio más importante consolidado para exhibir este tipo de artes y colabora con la difusión y circulación de alcance internacional de esas artes, forma públicos y le sirve a los artistas como un horizonte hacia donde dirigir sus esfuerzos. A nivel internacional pasa lo mismo, MUTEK es una referencia en todo el mundo. Pero no solamente para los artistas en provechoso, es también un espacio interesante para las personas que desarrollan tecnología, los creadores de instrumentación digital y electrónica, técnicos, etc. El festival también es un lugar de intercambio y es lo que se ofrece normalmente en la sección Digi Lab, un espacio de capacitación e intercambio.
¿Cómo ves la escena artística digital latinoamericana actual?
Tenemos una situación interesante en la región. Las artes digitales se han desarrollado mucho en los últimos años. Hay instituciones locales e internacionales que apoyan su desarrollo, universidades que forman nuevos artistas capacitados, gestores y curadores. Existe mucha información circulando en internet y nuevos lazos y formas de intercambio que traen los artistas nativos digitales.
¿Qué sentís que deja la pandemia como aprendizaje a la industria del arte?
Las herramientas digitales que hemos adquirido o perfeccionado en estos tiempos quedarán para siempre. Ya no visualizo ediciones de MUTEK.AR sin transmisión digital de los contenidos. Siempre lo hemos hecho, hacemos streaming desde hace años, pero ahora creo que eso quedó como un estándar a mantener, como una conciencia nueva. Creo que el desafío que nos propone la pandemia y las limitaciones que tenemos hoy al respecto del mundo de antes es que nos vemos frente a la necesidad de la adaptación a nuevos modos de producción artística, producción de espacios para los eventos, nuevas formas de vincularnos, de vínculo entre artistas y público.