CA7RIEL y Paco Amoroso son mucho más que una dupla musical: son una bomba creativa que irrumpió en la escena urbana argentina con una propuesta disruptiva, teatral y profundamente original.
Su alianza artística comenzó a gestarse en la adolescencia, cuando compartían aulas en la Escuela de Música Contemporánea de Buenos Aires.
Ambos venían de trayectorias distintas, pero con una raíz común: una formación sólida en música y una sensibilidad artística que desbordaba los géneros tradicionales.
La química de lo improbable
CA7RIEL, ex guitarrista de jazz y rock, mostró desde temprano un interés por fusionar estilos, experimentar con sonidos y desafiar formatos.
Por su parte, Paco Amoroso trajo un enfoque más performático, con un flow histriónico y letras cargadas de ironía, humor y crítica social. Juntos encontraron una química creativa única que rompió con lo establecido.
Su fórmula era inclasificable: tan virtuosos como provocadores, tan callejeros como avant-garde.
Mientras muchos artistas se adaptaban a las fórmulas del trap o al algoritmo de las plataformas, CA7RIEL & Paco Amoroso decidieron ir por otro camino: el del riesgo estético, el crossover sonoro y la teatralidad como lenguaje.
Desde el comienzo, pusieron en escena una identidad que cruzaba lo musical con lo visual, lo sonoro con lo performático, lo popular con lo conceptual.
La explosión del dúo
Su explosión se dio en 2018 con singles como «Jala Jala» y «OUKE», que viralizaron instantáneamente.
Lo que llamó la atención no fue solo la música —una mezcla ecléctica de trap, funk, electrónica y rock—, sino el universo visual que los acompañaba: estética noventosa, looks estrafalarios, videos conceptuales y un sentido del show que los posicionó como performers totales.
Cada lanzamiento era una declaración artística, una intervención al mainstream.
En 2019, con presentaciones arrolladoras en festivales como Lollapalooza Argentina, y un Luna Park completamente lleno, la dupla confirmó su lugar en la nueva generación de artistas que redefinieron el panorama del pop urbano argentino.
No eran parte del sistema, eran un sistema en sí mismo.
Del estallido al repliegue
A fines de 2020, tras consolidar una estética poderosa, decidieron dar un paso al costado como dupla para enfocarse en sus proyectos solistas.
Lejos de repetirse, ambos demostraron que el motor creativo seguía encendido por separado: CA7RIEL profundizó su exploración sonora con un enfoque más introspectivo, mientras Paco llevó su teatralidad a nuevos niveles, siempre con una mirada crítica y desafiante sobre el entorno cultural.
Pero la separación nunca fue definitiva. Lo que los une a CA7RIEL & Paco Amoroso no es solo una carrera, sino una visión artística compartida.
Un regreso, un álbum y una proyección internacional
En 2023, el anuncio de su vuelta con el álbum «BAÑO MARÍA» fue recibido como un evento: una celebración del exceso, el talento y la desobediencia creativa.
El disco no solo reunió lo mejor de sus universos individuales, sino que los proyectó hacia una nueva madurez: más pulidos, más arriesgados, y aún tan impredecibles como siempre.
Ese mismo año lanzaron el videoclip de “Papota”, una pieza audiovisual cargada de referencias teatrales, psicodélicas y cinematográficas, que llevó su identidad estética a un nuevo nivel.
El tema se volvió rápidamente un himno de su nuevo repertorio y fue clave en consolidar el regreso de la dupla.
Pero la consagración no se detuvo ahí. En un paso histórico para la música urbana argentina, CA7RIEL & Paco Amoroso se presentaron en el programa de Jimmy Fallon, uno de los talk shows más importantes de Estados Unidos.
La performance fue tan impactante como impredecible: música en vivo, vestuario provocador y una puesta en escena que dejó una marca inolvidable en la audiencia internacional.
“No queríamos hacer música para encajar, queríamos hacer música para explotar. Lo nuestro siempre fue una performance: desde cómo vestimos hasta cómo sonamos.”
— CA7RIEL & Paco Amoroso
Legado y futuro
Hoy, CA7RIEL & Paco Amoroso ocupan un lugar único en la historia reciente de la música argentina.
No solo por su talento, sino por su capacidad de romper reglas, incomodar estructuras y expandir límites.
Son la prueba viva de que la creatividad sin etiquetas tiene lugar —y que cuando se cultiva con convicción, puede transformar una escena entera.
En un mapa urbano saturado de fórmulas repetidas, su obra sigue siendo un oasis de innovación, riesgo y libertad creativa. Y lo mejor, probablemente, todavía no lo vimos.
