Criadx en Mashwitz, Buenos Aires, LUANDA estudió composición musical en la Universidad Nacional de 3 de Febrero donde forjó las herramientas necesarias para llevar adelante su propuesta musical que lx atraviesa y representa.
Desde el 2012 forma parte de la orquesta de funk BLACKSOLO y en el 2016 se sumó a Las mágicas del Sur, un grupo de folclore lesbiano, donde toca el piano. En el 2018 condujo junto a Tisha Kur «RADIO TRAP» y actualmente tiene una columna en el programa «DERRAPE», por OKTUBRE FM, donde habla de su esencia y que implica ser artistx, negrx y lesbianx dentro de una sociedad argentina que oprime, discrimina y principalmente invisibiliza a quienes siguen resistiendo.
En 2019 lanzó el single “Miraste al costado” y participó del Festival Ciudad Emergente, del Festival GRL PWR. A mediados del 2020 lanzó «de ak-á» que fue el primer corte adelanto de su próximo disco «resreito».
¿Cómo empezaste en la música? ¿Qué estilos o quiénes fueron los que guiaron tu expresión?
Vengo de una familia de músicxs, mi madre flautista y docente y mi viejo percusionista. Empecé a estudiar desde chique porque mi vieja tenía una escuela de música donde pasaba todas mis tardes. Ahí estudié flauta, violín, piano, guitarra, bajo, canto y batería.
¿Cómo surgen tus canciones? ¿Qué estilos se cruzan para darles forma?
Cada tema es una historia diferente, algunos nacen de algún ritmo en especial como “de ak-á” que yo quería una chacarera trap y lo conseguimos. Otros salen de un beat de trap que produce Dibo y Nahuel, de ahí escucho y empiezo a pensar que instrumentos podemos agregarle. Para mí el trap no es solo el beat y chau, el trap suena en todos lados y eso es lo que me gusta fusionar. Para todos los temas grabamos diferentes tambores y ritmos afro diaspóricos que son nuestra herencia ancestral.
Me mueven mis ancestres y todo lo que lucharon para que estemos hoy acá.
¿Qué temáticas son las que más te movilizan?
Yo soy una persona afro y trans no binarie, me mueven las problemáticas de mi comunidad. Me mueven mis ancestres y todo lo que lucharon para que estemos hoy acá. Agradezco cada día su esfuerzo y sus vivencias. Además creo que la reparación solo llegará por nosotres, entonces devolver es nuestra tarea.
Parte de tus críticas son a la “apropiación cultural”, ¿a qué te referís?
Viví toda mi vida en Buenos Aires y es una ciudad particularmente colonial. Es decir que el colonialismo vive constantemente, en todo y todo el tiempo. Buenos Aires es una ciudad que se piensa y se cree blanca, donde la mayoría de la gente no busca su identidad étnico racial. La escena del trap repite todo este racismo que expreso, es decir que, con la idea de que no hay personas afro en este territorio, la gente se aprovecha y derrocha racismo.
Hablamos de “apropiación cultural” o “extractivismo cultural”, es decir que agarran los elementos de nuestra cultura (música, baile, peinados) y los vanalizan y blanquean, vaciándolos de contenido y de historicidad. La mayoría de les trapers de acá se disfrazan de lo que piensan que es ser negre o “gansta”, fingen hablar como personas caribeñas y roban explícitamente a músicxs afro.
Buenos Aires es una ciudad que se piensa y se cree blanca, donde la mayoría de la gente no busca su identidad étnico racial
¿Cómo ves la escena hip hopera femenina en Argentina?
Hay un montón de pibas haciendo hip hop, en la escena más mainstream y en el under. Igual así eso no quita que sean racistas y transodiante. Por suerte hago el esfuerzo de escuchar hermanes y amigues que hagan su música.
¿Hay artistas con quien te sientas identificada?
Obvio un montón. Hay un montón de hermanes afro en todo el continente de Abya Yala que escucho y comparto para que lleguen a más personas. Yanna, Alexis Play, Djonga, Avr, Se armo Kokoa, Krudxs Cubensi, La Negra Buggiani. Tengo un par de playlist en Spotify donde comparto muchísimes artistas afro.
¿Cuesta más llegar a la cima por ser mujer en este rubro? ¿Crees que estamos mejor en ese sentido que algunos años atrás?
Yo no soy mujer ni varón, pero este mundo desde que nací (tan solo por mi genitalidad) me construyó para ser “mujer”. Construirte para ser mujer, es para que seas menos y más tranquila, en el ambiente de la música es para que no toques algunos instrumentos o para que no cuestiones a los varones cis. Yo tengo una lectura de la realidad más pesimista, dado que analizo las estructuras de poder y eso sigue igual. Es decir que para que termine el racismo o el patriarcado se tiene que caer todo el sistema y lejos estamos de eso. Las “mujeres feministas” reproducen y reproducieron el racismo sobre nuestros cuerpos desde siempre, así que también suele ser un lugar donde no nos sentimos parte.
para que termine el racismo o el patriarcado se tiene que caer todo el sistema, y lejos estamos de eso
¿Es la sociedad argentina racista? ¿Cómo lo vivís en lo personal?
Un montón, principalmente el mundo porteño. Yo me crié en una familia blanca en un entorno blanco, donde nadie decía nada y todo el mundo fingía que nada pasaba. El racismo es constante y no tiene que ver solamente con las acciones de cada quien. Todos los cuerpos están racializados, es decir “como te ven te tratan”. Todos los días salir y caminar por la calle es recibir “racismo cotidiano”, o sea “¿de dónde sos?”, que la seguridad de Farmacity te siga por todo el local, que alguien desconocido me toque el pelo, que me griten «volvete a tu país», entre otras cosas. Y obviamente todo este racismo cotidiano se transmite por las instituciones, principalmente el colegio que enseña la historia blanqueada y por el estado como, por ejemplo, la policía. Esa que te para porque sí o que te revisa hasta la suela de los zapatos. Yo viví varias situaciones donde la policía me trataban muy mal y a mis amigxs blancxs les pedían disculpas.
¿En qué sentido el arte es un canal para visibilizar ese racismo y resistir?
Para mí es la forma de encontrarme con mis hermanes, de agradecer a mi ancetres y de quitarme varios pesos de encima. Esto lo hago para eso, para que mis hermanes la canten y bailen. Todo lo que vuelve es impresionante, su amor llega y me hace llorar de la emoción.
¿Qué implica ser artistx, negrx y lesbianx dentro de la sociedad argentina?
Implica pelear con todo el mundo para hacerte respetar. Implica tocar con gente blanca que no respeta a nuestres ancestres. Implica pelear con esa gente blanca y que te aparten de lugares. Este proceso duele bastante, pero por suerte encontré a todes mis hermanes que me dan vida y ahí es donde envío mis energías.
¿Cuál es tu vínculo con el feminismo? ¿Qué te acerca? ¿Qué te aleja?
Es un camino largo y siempre repito lo mismo, en otro momento me sentía parte, pero ya no. El feminismo me enseñó un montón de cosas, me dio un montón de herramientas y montón de hermanes. Pero también me enseñó de transodio y de racismo, mucho mucho racismo. El feminismo de su base es un constructo colonial, de las mujeres cis blancas para ellas mismas. Siento que aunque intentemos ponerle mil nombres como “afrofeminismo” o “transfeminismo” los feminismos no dejan de serlo. Entonces trato de construir con hermanes, para y por nosotres. Nuestres ancetres no tenían esos códigos y de allí es donde quiero aprender.
Te definís como transfeminista, ¿por qué?
No me siento parte de los feminismos, creo que nuestres ancetres hacían otras cosas. Mayoritariamente son espacios racistas o transaodiantes.
los feminismos son espacios racistas o transaodiantes
¿Por dónde crees que tiene que venir un cambio para vivir en una sociedad más diversa, inclusiva, no racista?
Creo que es una utopía que no llegará excepto que caiga todo el sistema. El racismo es la estructura del todo, aunque hayan algunos cambios no son cambios estructurales. Todo este sistema está construido sobre nuestras corporalidades y nunca hubo una reparación. La esclavitud terminó porque ya no daban los números, nunca hubo una reparación a quienes fueron esclavizades, es más, la libertad se pagaba. Las poblaciones no blancas fueron y son empujadas a la pobreza sistemáticamente.
