El festival de cine de Mar del Plata no solo nos pone en contacto con el cine independiente en escala local, regional e internacional; también es el escenario donde tenemos la posibilidad de ver ciertas películas con anticipación a su estreno en el circuito comercial.
Este es el caso de “El Método Tangalanga” dirigida por Mateo Bendesky.
Una propuesta que sobre un andamiaje de la historia personal del querido humorista, construye un relato donde la ficción se permite grandes licencias.
Esta estrategia hace que la película sea accesible para los fanáticos del anónimo vengador telefónico, como para quienes no han experimentado el humor del hombre de los mil pseudónimos.
El primer cassette pirata del Doctor Tangalanga, llegó a mis manos por parte de mi tío, un reconocido músico del ambiente cultural porteño.
Escuchar esas bromas telefónicas durante mi infancia era un ritual compartido, una evangelización que se iba extendiendo al resto del curso en los primeros años del colegio secundario. El pertenecer, te llevaba a investigar y buscar más material, desafío que contaba con un halo de misterio gracias al anónimo y enigmático autor y a la imposibilidad de acceder a las cintas de manera oficial por aquellos años.
Extrañamente, esta descripción se puede ajustar tanto a gente que haya nacido en los 70’s, como en los 80´s y 90´s. La obra del doctor Tangalanga (AKA Raúl Tarufetti) sigue viva gracias a la posibilidad que nos dan distintas plataformas de escuchar esas grabaciones de pésima calidad técnica, pero que revisten de cierta permanencia en su humor.
Hace algunos años Diego Recalde realizó la película “Victimas del Dr Tangalanga”, un documental que revela la identidad de los otros protagonistas de las cintas, demostrando la vigencia del humorista incluso luego de su muerte en 2013.
A poco de comenzar la película uno se ubica en época, no solo gracias al impecable trabajo de arte, vestuario y fotografía; sino también a los modismos y tono actoral que en la conferencia de prensa posterior, el director reconoció como un homenaje a la época dorada de las comedias argentinas.
La película imagina el inicio del personaje mientras cuenta una historia sobre dificultades a la hora de sociabilizar, de la amistad y del amor romántico.
En esta premiere hubo risas a montones, mayormente desencadenadas por los parlamentos y por la gestualidad y actitud corporal de Martín Piroyansky que encarnando una especie de doctor Jekyll, puede decirse que interpreta a dos personajes diferentes en la misma piel.
El reparto se completa con las grandes actuaciones de Julieta Zylberberg, Alan Sabbagh, Rafael Ferro, Luis Rubio, Luis Machín, y la participación de Silvio Soldán en su primer papel desarrollando un personaje de ficción a sus 87 años.
Tal como lo expreso la sonidista del film Mercedes Tennina, Tangalanga era amigo de Luis Alberto Spinetta, y esas cintas son lo único que el flaco escucho durante sus últimos tiempos cuando ya no estaba interesado en la música.
Esta película es una adorable comedia que demuestra que Tangalanga sigue siendo un fenómeno que cruza lo culto y lo popular, que mezcla lo elaborado y lo vulgar, traspasando generaciones por medio de la risa.
La película se estrenará comercialmente en salas de Argentina y Uruguay en enero del 2023.
Por: Francisco Villamil
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