En una nota en exclusiva con Revista G7, conversamos con los fundadores del Buenos Aires
Music Video Festival (BAMV), Eric Dawidson y Juan Montes, sobre su visión y el impacto
del festival en la industria audiovisual.
El BAMV, que lleva ya 6 años, se presenta como un espacio transformador para redefinir el videoclip en la era digital, impulsando la unión de creativos que buscan fomentar un entorno profesional más solidario.
Este año lograron tener dos sedes muy importantes: Cinépolis de Recoleta y Complejo Art Media.
Contará con shows musicales, con la participación de Dillom, entre otros destacados artistas, y con siete paneles que hablarán de las nuevas tendencias, de qué manera romper el molde y la forma de contar historias transformadoras.
Los fundadores del BAMV destacan la importancia de la colaboración entre directores y productores de videoclips en América Latina.
Desde la evolución de las plataformas digitales hasta el impacto de la pandemia en la producción audiovisual, esta edición del festival promete ser un referente para los creadores emergentes, resaltando la narrativa y la innovación en un formato que sigue desafiando convenciones.
Con categorías que abarcan desde el impacto social hasta nuevas propuestas audaces, el BAMV se posiciona como un catalizador para los artistas, brindando un espacio donde la música y la imagen convergen para contar historias transformadoras.
Eric, quiero que comencemos charlando sobre tus inicios, y cómo llegaste a formar el
festival de la mano de Juan. Y este impulso del movimiento “We Direct Music Video –
Latino”, uniendo a directores y productores de videoclips.
¿Cómo nace esto?
Eric: Yo soy de Mar del Plata, me vine a estudiar cine a Buenos Aires, con mi hermano, a los 20 años. Él estudiaba en ENERC y yo en la Facultad de Avellaneda.
Fue justo en un paso de tecnología, de fílmico a digital, y comenzamos a filmar con cámara de fotos y lo que nos resultaba más fácil hacer eran videoclips. Comenzamos a hacer videoclips de bandas musicales reconocidas, por lo que armamos una productora.
Durante quince años tuve una productora audiovisual, donde predominaba el videoclip, pero también hicimos series, películas, documentales.
¿Qué diferencia había con el videoclip respecto ahora?
Eric: La diferencia más grande era que el mundo de los realizadores era más chiquito; y el
mundo de la música también era diferente, habló de una época post Cromañón, el nacimiento de YouTube que cambió la industria de la música porque las compañías no
tenían tantos ingresos por las ventas de discos y las bandas no podían tocar en vivo ya que
había muchas restricciones.
Hubo una crisis durante esos años. Pero simultáneamente la evolución de la tecnología hizo que sea un poco más fácil filmar, y comenzamos a hacer videos. No éramos tantos, seríamos veinte.
Si, había directores de publicidad que hacían videos de mayor producción, en fílmico. Hasta que se comenzó a acomodar la industria de la música, llegó Spotify, y pre pandemia hubo como un nuevo estallido donde la diferencia máxima es que al músico argentino le empezó a ir mucho mejor internacionalmente.
Sumado esto, la tecnología para filmar siguió avanzando y hoy en día cualquiera puede
hacer una pieza audiovisual interesante, no es necesario estudiar cine como en nuestra
época.
Lo que comenzó a pasar en esta transición, es que había menos trabajo porque había
más gente que hacía videoclips. Toda una problemática, porque económicamente era poco
rentable, y se me hacía difícil sostener la estructura de la productora.
En un viaje a Estados Unidos conocí “We Direct Music Video”; un movimiento que había comenzado en Los Ángeles, pero lo estaban presentado en New York.
Y yo ya había pensado en juntar a todos los que hacíamos videoclips y hablar de las cosas que nos pasan.
Un dato importante es que en su momento, la DAC, nos dio a los directores de videoclips la entidad de directores audiovisuales y empezamos a cobrar derechos por los videoclips que salían en la televisión.
Es una gestión que en parte hice yo al acercarme a la institución, y eso fue un primer paso
para que se profesionalice nuestro trabajo.
Cuando asisto a la reunión de We Direct Music Video, hablo con los organizadores y me brindan la posibilidad de traer el movimiento a Latinoamérica e hicimos el We Direct Music Video Latino, a partir de ahí convocamos reuniones con directores de nueve países y creció
el movimiento.
A través de las primeras reuniones que hicimos en la DAC, con un grupo de
directores armamos la Cámara Argentina de Videoclips y comenzamos a gestionar
beneficios para directores y productores del rubro.
Justo en este momento lo conozco a Juan, que estaba con un Festival de Videoclips bajo el brazo (BAMV) y nos unimos haciendo crecer esta movida.
Todo confluyó y es parte del ecosistema que propone el Festival.
Hicimos el primer festival, y la segunda edición que fue virtual por la pandemia, nos generó
mucho más alcance internacional.
A partir del año siguiente, 2021, volvimos a la presencialidad y organizamos un evento físico.
Juan, ¿Quiero saber sobre tu “ojo crítico” del que habla tu bio? ¿Cómo se formó?
Juan: Yo soy el director del Festival y estoy junto a Eric con este proyecto desde el inicio,
pero lo vengo pensando desde mucho tiempo antes.
Soy peruano, de Lima, y vivo acá desde hace más de 10 años. Vine a estudiar Comunicación Audiovisual, y siempre fui fan de todo lo relacionado al formato videoclip.
Dentro de este recorrido me empiezo a interesar en la movida de Festivales de Cine, en general, y como comunicador comienzo a ver con ese ojo crítico, notar qué obras son las seleccionadas, qué criterios existen para elegir un tipo de trabajo que pueda participar de un movimiento, etc.
Y ahí empiezo a crear un recorrido dentro del mundo de los festivales, lo conozco a Eric y unimos fuerzas para llevar a cabo el Festival.
¿Qué tiene que tener un trabajo para que les llame la atención?
Juan: Particularmente del videoclip, nos fijamos mucho en la narrativa.
Decir cuál es el mejor videoclip es subjetivo, pero si, de alguna manera, debe haber ciertos criterios establecidos.
Dentro de esos criterios nos fijamos en la narrativa y el discurso audiovisual.
¿Qué hace un buen videoclip? No necesariamente tiene que ser el más costoso, sino cual es la historia que quiere transmitir, por eso establecimos categorías.
Hay más de 30 categorías.
Por ejemplo, está la categoría de Impacto Social, más de orden transformador; también
tenemos ciencia ficción, drama, terror, comedia… y una relacionada a la identidad de
videoclips en cuanto a región, como Latinoamérica e Internacional.
¿En estos seis años, hubo algún trabajo que los haya marcado, en el que digan: acá hay un antes y un después?
Juan: El formato siempre está evolucionando de tal manera, que cada año nos
sorprendemos mucho más. Si hay trabajos que marcan un antes y un después en la historia del videoclip.
Si nos remontamos a la edad de oro, de MTV, el videoclip en formato televisivo con protagonistas como Madonna y Michael Jackson; culturalmente hay un antes
y un después.
Sin embargo, en lo que vamos recibiendo también encontramos ese punto de
quiebre en distintos trabajos que son de acá, de Argentina. Que se gestaron acá.
Tienen a YouTube Music como aliado, ¿de qué manera reciben el apoyo de YouTube Music? ¿Cómo contribuye al Festival?
Eric: Este es el tercer año que YouTube apoya al Festival.
Nos costó un par de años acercarnos, más que nada porque no había en Argentina una persona referente que pudiera hacerse cargo.
Con la incorporación de Agustín Guevara, que él es level manager de YouTube Music, y tiene contacto con las compañías, le contamos la propuesta del Festival y fue “amor a primera vista”.
Antes, en la era dorada del videoclip, por los altos costos, se filmaba uno y rotaba durante un año en MTV.
La velocidad de producción y la digitalización de ahora masificó todo y comenzaron a pasar desapercibidos los trabajos; los artistas empezaron a tener un auge mayor y comenzaron a producir más, y el hecho de que toda música tiene que tener un audiovisual hizo que haya menos espacios para estas producciones.
El BAMV Fest viene a decir que hay mucho trabajo puesto en estas producciones y no hay lugares en donde eso se pueda analizar, desmenuzar.
Con las cuarenta categorías apuntamos a eso, a generar muchas cosas para contar alrededor del videoclip. Que no sea simplemente poner play y verlo.
Hoy YouTube representa la casa del videoclip, por eso si o si queríamos tener este vínculo, y ellos vieron en el Festival un espacio para contar más cosas alrededor de ese tipo de
contenidos que tienen alojados, lo cual hace que se genere más promoción y la gente lo
pueda apreciar de otra manera.
¿Sienten que en la pandemia hubo un auge muy grande de la industria del videoclip a través de traperos y música urbana?
Juan: Si, sin dudas la industria de la música y la del audiovisual se unieron con todas las
fuerzas, porque había mucho que contar. Y fue un pie para pensar de qué manera los
artistas buscan comunicarse, que no solo es a través del videoclip.
El videoclip es uno de los formatos por excelencia para que el artista cuente sus historias y promocione su música, sin embargo, en la pandemia lo audiovisual comienza a crecer un montón porque hay distintos elementos para narrar algo, más allá del formato videoclip.
Desde las redes, un lyric video, una meta narrativa que tiene que ver con la dirección creativa. Por lo que un director de videoclip ya no solo dirige un videoclip, sino también cómo es la portada de un disco, la puesta en escena del show en vivo, y esa evolución ya se está implementando…
Eric: Si, se está implementado, de hecho, los directores de videoclips de muchos artistas
hacen todo el concepto narrativo y hasta los dirigen arriba del escenario.
El director comenzó a tomar más relevancia, porque el músico tiene que generar contenido audiovisual constantemente.
Tiene que haber algo más que el músico cantando, y ahí entra en juego el realizador.
El mundo de la publicidad también se metió en el terreno del videoclip. Cada vez se buscan más directores de videoclips para adentrarlos en este terreno.
Eric: Eso fue desde siempre, desde que la publicidad tuvo el auge un poco antes de los
noventa, David Fincher hace una productora llamada Propaganda con directores de
videoclips y productores de publicidad, y en los noventa hacían el 80% de los videoclips que veíamos en MTV.
A través de esta productora se comenzó a relacionar el mundo de la publicidad con el del videoclip, y se siguió replicando.
De hecho, las grandes productoras de publicidad, tienen una productora B que hace videoclips y recluta directores para tener más material para ofrecer, dado que el mundo de la publicidad se puso mucho más competitivo.
El audiovisual a nivel mundial está un poco en crisis, porque después de la pandemia, que
hubo esta burbuja donde se produjo mucho, ahora está comenzando a bajar la tendencia.
Estamos expectantes de saber qué pasará ahora con el tema de la IA, con las nuevas tecnologías.
Todo está en constante cambio, y el videoclip siempre fue un lugar en donde se probaron las cosas, de experimentación podríamos decir, porque había más libertad y creatividad.
Como cuando sucedió el cambio de la tecnología analógica a la digital con respecto a las cámaras y las luces. Se probó en el videoclip y al ver que funcionaba y reducía costos, se aplicó a otros campos, como por ejemplo a la publicidad.
La música nos sirve a los realizadores para llegar al público, hay un acuerdo tácito entre la música y el audiovisual.
La música necesita de la imagen para contar cosas y la imagen necesita de la música para llegar a la audiencia.
De este matrimonio, nuestro Festival propone que este mundo tenga un espacio, un lugar
concreto.
¿Qué consejo les darían a los creadores de videoclips que están considerando inscribir su trabajo en el festival?
Juan: Es muy importante ver de qué manera se están contando las historias hoy en día, y
por otro lado, y creo que esa es la magia del videoclip, no repetir esa narrativa y ver como
romper las barreras para contar algo distinto.
Cuando se encuentra el equilibrio entre ambas cosas, se pueden lograr cosas muy buenas.
Concepto que aplica al audiovisual en cualquier formato.
Es algo que desde el BAMV buscamos constantemente, contar cuáles son las nuevas tendencias, cuál es el arte emergente y poder inspirar.
Queremos ver y mostrar lo que sucede en el panorama actual y consolidarnos como espacio.
Este año logramos tener dos sedes muy importantes: Cinépolis de Recoleta y Complejo Art
Media para la parte de los showcases musicales y los paneles que vamos a organizar.
Siete paneles que buscan contar cuales son las nuevas tendencias, de qué manera poder romper el molde, y de qué manera contar historias transformadoras.
Eric: Estos paneles también, van a estar protagonizados por artistas. La idea es tener artistas musicales y audiovisuales hablando acerca del trabajo que hacen en conjunto, para inspirar a la gente nueva, que quiere entrar a este mundo y no ver tan lejanos a sus ídolos.
El festival a partir de este año está armando una comunidad, la comunidad BAMV FEST, de todo el ámbito musical y audiovisual.
Una membresía que te permite inscribir videos ilimitados en el Festival.
Cuenta con varios beneficios, como participar en todas las actividades; poder asistir a la premiación, y además este año también tenemos el voto de la Industria.
Algunas categorías van a ser votadas por la Industria, por los colegas. Dentro de la votación, hay tres sistemas: hay un jurado internacional, más de cincuenta jurados de todo el mundo de distintas disciplinas; el voto del público a través de internet, que es de categorías de tendencias; y categorías que van a ser votadas por la industria, donde la narrativa y la técnica tiene más importancia.
Todos los años van cambiando las categorías, dependiendo de los materiales que recibimos.
Hay años que hay muchos videos que responden a un criterio específico, y nos ajustamos a las demandas.
Juan: Por ejemplo, este año tenemos la categoría de RKT, un nuevo género musical que
responde a una nueva forma de discurso audiovisual.
Tiene su propio lenguaje. Y esto es lo que buscamos.
Pueden hablar sobre su nueva sección Nuevas Miradas.
¿Cuál es el objetivo de esta categoría y cómo esperan que influya en la promoción de creadores emergentes?
Juan: Nosotros cada año vamos ampliando el número de categorías, no por el deseo de ser
un festival más grande, sino porque queremos darle más espacio a los creadores y a los
artistas musicales.
Arrancamos muy arriba con videos nacionales e internacionales, que eran de artistas reconocidos, tuvimos material inscripto, por ejemplo, del equipo de Dua Lipa, del
Duki, Trueno, Nicki Nicole, esto hizo que el festival comience a crecer y a tener perfil
internacional.
Pero notamos que nuestro objetivo siempre va a ser dar mayor espacio, y para esto hay que ampliar nuestras miradas y nuestras voces, entonces el año pasado creamos una nueva competencia que se llama: Competencia Emergente.
Dentro de las mismas, este año creamos la sección Nuevas Miradas.
Aquí, buscamos videos que buscan romper el molde y que pertenecen a la escena
emergente, que es lo que se está gestando y merece ser visto, expuesto y reconocido a
través del festival.
Tiene el mismo concepto que una categoría, con la diferencia que hay más videos nominados.
En la sección tenemos entre 15 y 20 videos nominados, y la idea también es poder generar actividades que se desprendan, para poder analizarla y darle el lugar que se merecen los videos.
¿Algo más que quieran agregar?
Juan: Invitarlos a que vengan al Festival este año, porque es una nueva apuesta que
realizamos.
Una nueva visión que siempre soñamos y la estamos haciendo realidad este año, que es unir dos públicos: el audiovisual y el musical.
Queremos que la masividad del evento sirva para que los creadores tengan el espacio, el lugar y la difusión merecida a través del Festival.
Para más información e inscripción de videoclips, visitá www.bamvfest.com.
Inscripciones: www.bamvfest.com/submit
Media Kit: www.bamvfest.com/mediakit
Bases y Condiciones: https://www.bamvfest.com/bases-terminos-y-condiciones
Por Romina Zollo y Maria Paula Rios.
