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Adriana Amado: «En tiempos de pandemia, hay que comunicar menos y mejor»

En este momento tan particular que atraviesa el mundo, ¿Qué está pasando con la información, con la comunicación?  ¿Qué es importante informar? ¿Y cómo comunicar?
Estamos viviendo tiempos particulares porque nunca una emergencia abarcó la totalidad del globo. Generalmente, cuando había situaciones de emergencia, estaba focalizada en algunos países. Entonces el resto asistía o miraba el problema. Pero ahora estamos involucrados todos. Y esto nos hace reconsiderar el valor que tenía para nosotros la información. Pensábamos que lo importante era comunicar, entretenernos, pasarla bien, y ese fue el tono que tomaron casi todos los noticieros. Y resulta que en esta situaciones se necesita credibilidad, confianza, serenidad, y quizás no estamos ni tan entrenados como para saber dónde buscarla, ni los medios tenían desarrollado ese estilo de comunicación más despojada, más centrada en lo fáctico, en un sentido responsable, y que además entendiera que se trata de generar determinados efectos y no simplemente impactar desde el sensacionalismo.

Entonces, a la pregunta de qué es importante informar: en estos casos tenemos que ir a las bases. Hacer los reportes de manera periódica y de manera despojada, sin exagerar y tratando de reconstruir la confiabilidad entre las noticias y sus audiencias, que estaba perdida.

¿Qué crees que tiene ganas de escuchar la audiencia?
Más que responderte lo que yo creo, lo que yo estoy viendo en ciertos estudios y encuestas que ya se están haciendo específicamente sobre la pandemia, la gente quiere escuchar explicaciones, quiere escuchar orientación. El número de muertos, por ejemplo, no le agrega nada. Al que está preocupado lo preocupa más, y al que no está preocupado y no está cumpliendo con los requisitos, hasta lo convierte más en rebelde el pensar que hay tantos muertos y él igual se sigue yendo de vacaciones o saliendo a la calle.

Creo que estamos pasando por la fase de interés. Eso siempre ocurre cuando aumenta la pandemia. Pero todavía nos queda atravesar un largo camino de evolución, no solamente de la cuarentena, sino también de la enfermedad, con lo cual hay que empezar a pensar estrategias para sostener la atención y lograr que la gente cumpla con las indicaciones que vayan surgiendo con el devenir de los sucesos. Ese es un tremendo desafío porque la gente quisiera escuchar que está todo bien, que se va a solucionar rápidamente, que va a haber una vacuna milagrosa, que si te ponés alcohol ya te curás todo. Y lo cierto es que se trata de una afección muy compleja, con muchas variantes, que ni siquiera se puede reducir al cierre de las fronteras como para evitarla. 

¿Qué rol pasan a tener o deberían pasar a tener los medios de nicho, no los informativos?
Creo que hay un importantísimo rol para complementar la información. Pasada la ola de interés que genera la novedad, y cuando ya tengamos varios días en cuarentena, y cuando se nos hayan agotado las provisiones, la paciencia y la creatividad, vamos a tener que buscar distracción genuina, de calidad, edificante. Creo que es un error que la televisión toda se ponga a hablar del coronavirus, porque la gente va a necesitar escapes o perspectivas nuevas. Entonces creo que ahí es donde los canales de cocina, los canales de tutoriales en internet, se vuelven a repensar y a reconvertir en un escape que, sin ser inconsciente, nos ayude a buscar un poco de serenidad entre tanta angustia.

 ¿Qué te pasa a vos con los mensajes publicitarios en este contexto? ¿Con el mensaje de las marcas?
Creo que las marcas están haciendo el mismo oportunismo que los artistas, y que toda la televisión, que creyendo que porque abrazan el mensaje del coronavirus van a estar también ahí en el protagonismo.

Me parece que tienen que aflojar un poco esta cuestión de que «Yo vengo a traerles el mensaje salvador», la canción que les va a alegrar el día o el producto va a hacerte más liviana la pandemia. O peor, que cualquier marca se ponga a dar recomendaciones de lo que hay que hacer.

Me parece que el riesgo de que todos repitamos lo que hay que hacer, es que ninguno terminemos escuchando lo que hay que hacer.

Es el momento para una comunicación más discreta, mucho más de servicio, bajar la expectativa del protagonismo. Esto involucra desde los artistas que están ofreciendo sus conciertos a cualquier hora, sin coordinación, hasta gente que de pronto se confiesa como acreedora de un talento artístico que no tiene, que comparte unos videos espantosos de sus conciertos o de sus gracias en el hogar.

En breve vamos a tener que tener mucho mas cuidado con los recursos, no solamente internet, sino también la telefonía y la electricidad. No estamos tomando conciencia de eso. Estamos usándola como si estuviéramos todos en una vacación. Y ahí también hay una paradoja, porque, por un lado, estamos diciendo que no es una vacación, y de pronto todas las ofertas están diciendo que tenés todas estas películas gratis, pornohub gratis. Todavía estamos bastante confundidos.

¿Cuál tiene que ser el rol hoy de las marcas?
El rol de las marcas más que nunca es apoyar la crisis desde la provisión de los productos, desde el respeto de los derechos de sus empleados. Creo que eso va a hablar muchísimo más que cualquier mensaje. Yo creo que los medios van a necesitar también publicidad y que no sería recomendable decir que se salga la pauta. Me parece que tenemos que entrar todos en emergencia, en estado de colaboración y de solidaridad. Pero de verdad, no de mensaje publicitario, sino que se vea en los hechos.

El otro día hice un video explicando esta idea de que la comunicación es acción. Basta de pensar que un mensaje puede compensar algo que yo estoy haciendo. De ninguna manera. ¿Una empresa quiere ser vista como responsable? Que lo sea. No que diga que es responsable. Y eso lo vamos a estar viendo con las medidas de seguridad que están tomando con sus empleados, en los lugares de venta, en la provisión de alimentos, en el aporte que están haciendo hoy a la sociedad desde lo que hacen, no desde lo que dicen.

¿Se está comunicando bien en este momento?
Me parece que estamos todavía en modo de épica. Estamos tomando esto como si fuera un mundial de fútbol, y entonces somos todos argentinos y vamos a pelear con esto. Me parece que todavía hay un toque de nacionalismo, de chovinismo que está desaconsejado en tiempos en donde lo que se viene es una enfermedad con muertes.

Estamos también viviendo la primera epidemia en donde todo queda registrado. Asique todos los mensajes que estén diciendo ahora, o los videos que estén compartiendo, o las imágenes que los usuarios de distintas marcas estén publicando de su experiencia en este momento con los servicios que ofrecen las distintas empresas, van a quedar en el registro. Esto hace que nuestra actitud sea hoy todavía mucho más relevante que lo que fue en el pasado porque está siendo registrada. Entonces me parece que tenemos que bajar un poquito el entusiasmo, esta idea de que nos quedamos en casa y esto es una vacación, un descanso, porque se trata de un proceso largo, que por lo que estamos viendo en otros países, alcanza unas semanas muy críticas, muy tristes, de agotamientos de las personas que están prestando servicios, que no tienen solamente que ver con el tema de los médicos, en algún momento también, la gente que está en el cajero del supermercado va a decir por qué el resto de la gente está en la casa y yo tengo que venir acá a exponerme todos los días.

Todavía no estamos viendo las distintas derivaciones que tiene un proceso que es agotador y es desconcertante por lo nuevo. Creo que ya estamos entrando en un momento que hay que bajar un poco el perfil, comunicar menos, y mejor.

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