Ofelia Fernández es joven, muy joven, pero es también atrevida, combativa, inteligente, profunda. Inspira amores y odios en partes iguales: para muchos es el futuro de la política; para otros, un mal a erradicar lo antes posible.
Ofelia Fernandez es una chica del 2000
hija de padres de clase media del barrio de Caballito que empezó a cobrar alguna notoriedad en el colegio secundario cuando se topó con los chicos del Centro de Estudiantes del Carlos Pellegrini y decidió empezar a militar para la Izquierda Popular.
Su carrera de dirigente estudiantil fue bastante meteórica y a los 15 años fue elegida Presidenta del Centro de Estudiantes, la más joven de la historia de ese colegio. De ese tiempo, muchos recuerdan los cruces televisivos que, quizás, la hicieron realmente popular y la llevaron al gran público.
Y si hubo alguien que colaboró indirectamente para que este ascenso ocurriera fue -le pese a quien le pese- el periodista Eduardo Feinmann, quien en ese tiempo se entretenía discutiendo con jóvenes estudiantes secundarios que tomaban escuelas.
Esas salidas eran negocio para todos: para Feinmann, que tenía el rating asegurado, y para los estudiantes, quienes tenían la posibilidad de foguearse en televisión ante el periodista más odiado por izquierda local.
Pero la carrera de Ofelia estaba bien lejos de agotarseen cruces televisivos.
Terminada la secundaria, se abocó de lleno a la política.
Un nuevo capítulo para una chica que, antes de cumplir 20 años, ya estaba dejando su huella.

OFELIA FEMINISTA, OFELIA LEGISLADORA
Terminado el secundario, Ofelia se mostró como una feroz activista feminista: participó de cuanta manifestación a favor del aborto hubiera y se enroló en la agrupación VAMOS, parte del Frente Patria Grande, que la incluiría como candidata a legisladora por el Frente de Todos.
Así, en las elecciones de 2019, Ofelia Fernandez se convirtió en legisladora porteña con tan sólo 19 años
y, además de su banca, consiguió un récord único: ser la diputada más joven en la historia argentina y latinoamericana.
Luego se puede discutir hasta qué punto es positivo que una joven de 19 años ocupe una banca en la Legislatura, pero está claro que se dio dentro del juego de la democracia y que Ofelia, además, lo lleva con muchísima altura.
De hecho, fue elegida en 2020 por la Revista Time como una “líder de la próxima generación” en reconocimiento por su lucha por el derecho al aborto seguro, legal y gratuito.

En ese artículo se investigaba la campaña electoral que la catapultó al cargo de legisladora por la Ciudad de Buenos Aires en Argentina. Además se hacía foco en cómo las nuevas generaciones políticas se construyen como líderes de opinión a través del uso de las redes sociales.
Desde su banca, la joven legisladora se muestra inquieta y se toma algunas revanchas:
el año pasado, al asumir un nuevo grupo de legisladores, Ofelia tomó la palabra y le dio la bienvenida a quienes -según ella denunció- la insultaron y maltrataron.
“Yo ayer salí de esta Legislatura y un grupo de libertarios me agredió un buen rato mientras yo solamente seguía caminando”, dijo.
Y agregó: “Así como hoy asume un diputado que me ha dicho ‘gorda hija de puta incogible’ en más de diez oportunidades, entre muchas otras cosas”.
Luego, hizo una pausa y siguió: “Bienvenidos a la Legislatura. Miren, esto no es Twitter. Hay reglas, hay sanciones. Yo no pienso ser su víctima. No tengo problema en ser su enemiga y en demostrar insistentemente que para mí lo que le vienen a proponer a la sociedad está mal”.

Poco tiempo después, el legislador aludido cerró su cuenta de Twitter y pidió disculpas públicas. No solo había insultado a Ofelia sino que tenía expresiones más que repudiables contra personas con discapacidad, judíos y personas que viven en barrios de emergencia.
OFELIA CONTRA TODOS, TODOS CONTRA OFELIA
Si hay algo por lo que suele ser noticia Ofelia es por los cruces que mantiene con la más variada cantidad de gente. Es conocido su enfrentamiento con Eduardo Feinmann, aunque hace poco tiempo asumió que tuvo algunas conversaciones por chat y que «algo de cariño hay».
Pero ante las críticas y los enfrentamientos, Ofelia Fernandez no se achica y siempre responde:
solamente en los últimos meses se cruzó con Viviana Canosa, Roberto García Moritán, Maira Magnetto, Baby Etchecopar y hasta con la mediática Belén Francese; y por supuesto no dudó en criticar a Javier Milei y su bancada y a cuanto proyecto tenga entre manos Horacio Rodríguez Larreta.
En estos últimos días, Ofelia volvió a ser noticia por su insólito cruce con José Luis Espert, a quien tildó sin miramientos de «Teletubi»
luego de que el diputado liberal se burlara de ella a raíz de una fakenews que aseguraba que Ofelia quería ser presidenta de la Nación. El cruce hizo reír a propios y extraños y volvió a posicionar a la joven legisladora como una ácida contrincante, especialmente en las redes.
En una reciente entrevista con la agencia oficial de noticias Télam, Ofelia habló de todo lo que le dicen y sobre eso de ser blanco de tanta crítica: «Hoy es muy fuerte lo que pasa, lo que me dicen. Yo puedo hablar de cualquier tema, la respuesta es la misma. Es permanente, ante cualquier cosa. Desde lo ideológico sé que si ellos renuncian a su obsesión conmigo, yo voy a haber estado renunciando a mis convicciones”.
Y concluyó: “Si alguien me va a putear que sean estos, eso reafirma mi camino ideológico. Lo hacen para que yo me debilite pero, sobre todo, para que nadie más se anime. Tienen miedo porque tenemos un potencial transformador”.

OFELIA FERNÁNDEZ: «NO SÉ SI VOY A SEGUIR EN ESTO»
En el tiempo que lleva como legisladora porteña, Ofelia Fernández presentó todo tipo de proyectos de ley: algunos buenos, otros malos, otros olvidables. Uno de los últimos no solamente es bueno, sino que pone de relieve lo mal que se alimentan a los chicos en los comedores escolares de la Ciudad de Buenos Aires y promueve que esto se revea de manera urgente.
El argumento no puede ser más sólido: la comida de las escuelas es, para muchos chicos, la única que tienen y según Fernández no sólo es “fea” sino que atenta contra la salud por los casos de intoxicación y por la falta total de nutrientes positivos para un niño.
Además compara cuánto invierte la ciudad en la merienda de un niño y en la de un funcionario porteño. La diferencia es obscena.
Ofelia no parece quedarse quieta, siempre tiene alguna salida, alguna actividad, algún posteo que la devuelve al centro de la escena, pero lo cierto es que tiene veintidós años. Es joven -muy joven- y lanza algunos planteos que alegran a algunos y preocupan a otros.
En medio del cruce con Espert y de mucha actividad parlamentaria, Ofelia dialogó con Rosendo Grobocopatel por Twitch, reflexionó acerca de su papel dentro del Estado.
Aseguró que no va a ser joven para siempre y sorprendió a todos con una frase que va a rebotar, y mucho: “El año que viene hay elecciones y no sé si voy a seguir en esto»
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