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Dennis Smith. Actuar para ser feliz

Dennis Smith: Curioso, multifacético, inquieto, alegre, gracioso, pero también dramático en sus guiones. Está convencido de que el arte le permitió “no hacerse el boludo” con determinadas cosas que lo atravesaron en la vida.

A este personaje del mundo artístico, Dennis Smith, parece no faltarle nada. Dramaturgo, director, actor, cantante, compositor, cineasta. La lista podría seguir. Hoy su vida se divide entre Madrid – él nació en España – y Buenos Aires, pero su presente lo encuentra en suelo porteño estrenando dos obras.

“Volver a dirigir en Buenos Aires, que hacía bastante que no lo hacía por la pandemia, me dio mucho miedo”, nos contaba.

Siente que acá el público le exige más y eso le genera otro vértigo, otra exigencia, pero también otro disfrute. Es ahí, en el escenario donde siempre encontró su lugar de pertenencia. Desde muy chico, a los 22 años, cuando pudo, necesitaba o simplemente quiso decir que era homosexual. “En el teatro, fue el primer momento donde me sentí parte de algo” comentó Dennis Smith. 

¿Qué es lo que más te apasiona? ¿cómo llegaste hasta donde estás hoy?

Lo que más me gusta, y siempre lo dejo medio relegado, es cantar, es lo que más me gusta de todo lo que hago. La vida me vive llevando por otros caminos y me han dado más resultado otras cosas. Es raro que una persona que trabaja de algo artístico diga “trabajo de esto por…”. Literal, es como que la vida me fue llevando. Soy el cantante que ha hecho musicales y no ha cantado en los musicales. Mi faceta de cantante ha quedado media relegada. Dirigir me encanta. Todas las cosas me gustan y, depende la instancia, siempre hay un momento de crisis. Ahora, por ejemplo, volver a dirigir en Buenos Aires, que hacía bastante que no lo hacía por la pandemia, me dio mucho miedo. En España dirijo y no me conoce nadie, estoy empezando y puedo mandarme más mocos, pero acá ya tenes unos añitos y la gente va a ver tus espectáculos y espera algo. En general, mis espectadores son muy emotivos, sensibles y muy divertidos. Siempre pienso ¿les divertirá? ¿les emocionará? ¿sentirán algo? se pregunta Dennis Smith. 

¿Sentis que tus creaciones salen diferentes al no tener presión?

Ahora sería la primera vez que lo puedo experimentar. Obviamente, la estructura de producción con la que cuento acá es muy distinta a la de allá. En España es como volver 15 años atrás en el camino, una sala pequeña, armar y que sea más un juego actoral. Lo que dirigí allá es una obra que había montado acá y era algo que tenía masticado. Funcionó re bien porque hay mucha añoranza con el público argentino, hay mucho argentino allá. La obra es sobre una hija que vuelve porque su madre está muy en las últimas y con la hermana deciden practicarle eutanasia medio clandestina. Dennis Smith. 

Esa es Gloria.

Gloria, sí. La gente se volvía loca, salían y decían “a mí también me pasó, tuve que volver a Argentina de emergencia por mi mamá”. Me re pasaba. Fue re linda, pero la ensayamos durante mucho más tiempo, más tranquila. Los Chicos de Varsovia lo tuvimos que ensayar muy exprés, igual venía hace tiempo pensándola y tenía el texto marcado hasta de las posiciones. Es una especie de relojito porque son 55 minutos de música original compuesta para la obra, los actores tienen que montar sobre esa música como si fuera una canción, todo muy cuadradito. El momento de crisis fue como un embudo con esta obra porque vengo aguantando hace mucho para hacer esto. Siempre la crisis es sobre qué pasará con esto, es un vértigo. Te enfrentas con cuestiones de la escritura, decir “¿esto funcionará o no?”. Durante la pandemia actué bastante por suerte, pero todas cosas que ya venía haciendo, obras que tienen 10 años y ya sé por dónde van. Dennis Smith. 

¿Las hacías vía streaming?

No, en vivo y en directo. Hace dos años el FIBA hizo un homenaje a mis tres obras más importantes y el año pasado, ni bien se abrió, el Ministerio de Cultura hizo un montón de actividades gratuitas al aire libre. Mis obras justo se habían hecho en versión al aire libre en el FIBA. Recorrí todas las ciudades, fui a todos los museos, a El Recoleta. La pandemia no la sentí tanto, pero sí hace mucho que no hacía algo nuevo, y sobre todo en Argentina donde la gente viene acompañándome. Por eso, me daba un poco de vértigo y en la primera función casi me muero. En la segunda función ya habíamos transitado y fue espectacular. Dennis Smith. 

¿Cómo fue el encuentro con Ana Wajszczuk?

Con Ana Wajszczuk nos conocimos en el 2015, ella estaba haciendo una nota para el relanzamiento de GQ Latinoamérica. Yo estaba recién separado, estaba caminando por Mendoza, por cruzar Cabildo, y veo un kiosco donde estaba Don Draper en la tapa de GQ. Cruzo la calle y me llama por teléfono una persona que me dice “soy Ana Wajszczuk, escribo para GQ Latinoamérica y quiero hacer una nota sobre las 5 promesas del teatro”. Yo acababa de saber de la existencia de esa revista hace un paso atrás. Hacemos la nota, pegamos buena onda con Ana y me cuenta que estaba por irse a Varsovia porque escribió un artículo para una revista y la embajada de Polonia la había invitado a reconstruir la historia familiar. Dos o tres años después saca el libro, es un éxito y viene a verme a Elle & Yo, que es la obra anterior que hicimos con Laura Oliva, que ganó el Trinidad Guevara, lo que es importante que se sepa. Nos trajo el libro a Laura y a mí, lo leímos el fin de semana y dijimos “tenemos que hacer esto”. Fue muy loco porque surgió de una charla, una nota. Las historias familiares siempre me atraen. Dennis Smith. 

Depositas mucho drama en tus obras y hablas de que tuviste una infancia complicada, ¿qué pasó en tu infancia?

Me hacían bullying porque era homosexual. Ser un niño homosexual en los 80 o 90 no era tan fácil. Pero yo siempre tenía mucho carácter igual. Dennis Smith. 

¿Cuándo lo expusiste?

¿Que era gay? A los 22 o 23 años. Yo siempre lo supe, pero tenía el miedo de qué me iban a decir mis papás cuando no llevara una novia a los 15 o 16 años. Siempre intentaba eludir, escapar y no hablar mucho. Yo era muy contestador igual. Hace poco, una profesora mía del secundario me escribió y me dijo “yo de chiquitito te veía algo especial, me llamaba la atención de que te molestaban y vos tenías mucho carácter”. Se ve que fui de mucho carácter, pero internamente hay algo del autoestima que te queda muy resentido. Siempre fui muy camioncito, voy para adelante, pero a mitad de los 20 empecé a darme cuenta que no estaba bueno eso. Después ya lo sobrellevas. Dennis Smith. 

¿Tus viejos lo aceptaron bien?

Si, re.

O sea que por ahí no era el problema.

No, cero. Mi padre es una persona muy inteligente y muy genial, y está loco como una cabra, pero siempre fue de “hagan lo que se les cante”, mucha libertad. Yo tengo un hermano que es corredor de carrera, que casi llega a la Fórmula 1, recorrió todo el planeta. Mi hermana inventó el primer homebanking de toda América, tiene una empresa de galletitas sin gluten que es un suceso. Todos se mandaron con todo sin importarles nada, cero convencionales. Me acuerdo cuando le conté a mi mamá, estaba secando unos platos y se quedó con el repasador en la mano. Mi papá me dijo “yo ya sabía”. Yo los había invitado a que conocieran a mi novio, quien fue mi novio durante 11 años. Dennis Smith. 

Vos les contaste y automáticamente les presentaste a tu novio.

Ya estaba de novio hacía 6 meses, por eso les conté. Mi papá me dijo “no lo voy a conocer hasta que no se lo cuentes a tus hermanos”. Ahí se los conté. Yo era muy popular de jovencito y hacía shows gratuitos para mi cumpleaños e invitaba a un montón de gente. Para uno de esos eventos presenté a mi novio y ahí lo conoció mi papá. Dennis Smith. 

¿Te separaste acá y te fuiste a España o te fuiste con él allá?

En el 2015 dijimos “tomémonos un tiempo” y yo me fui dos meses a Europa. A los 19 años viví en Inglaterra con mi hermana en un monoambiente, una experiencia que nos cambió la vida. Yo trabajaba vendiendo cosas, era espectacular. Dennis Smith. 

¿Te dedicabas a la actuación ya?

No. A los 19 años yo quería ser una Spice Girl, ese era mi sueño. Me fui a Inglaterra y fue espectacular. En el 2015 estaba por empezar una obra en el Cervantes y sabía que tenía 5 o 6 meses que iba a estar tranqui. Me fui dos meses a Europa y nos tomamos un tiempo con mi novio. En ese tiempo se suponía que íbamos a tomar distancia, ver qué onda. A los 15 días me dice “mejor no hablemos hasta que vuelvas”. Después nos separamos. Yo venía trabajando un montón, pero a partir de 2015, después de la separación, trabajaba los 7 días de la semana. Dennis Smith. 

Para tener también tu cabeza muy ocupada.

Totalmente. Mi psicóloga me decía que con esas separaciones de tantos años – empecé a los 23 y me separé a los 35 -, sucede que después no entendes la vida, tenes que hacerte pequeñas rutinas nuevas porque la vida es otra. Durante dos años trabajé sin parar, le metía de lunes a lunes, 5 obras a la vez. En el medio de eso, me robaron. Yo estaba por entrar al departamento y me robaron toda la plata. Ahí dije basta. Yo estaba con miedo de si me iban a matar o no, y dije “viví re mal, no disfruté nada en estos dos años y pico desde que me separé “. Si me mataban ahí, era una pena. Dennis Smith.  

Después lo conocí a mi actual marido, en 2017. Me quedaba un trabajo hasta fin de año y lo hice. Desde ahí nos fuimos dos meses a pasear, casi no nos conocíamos y estuvimos juntos esos dos meses. Ahí conocí Varsovia y fue muy impresionante. Estuvimos dos años a distancia, en 2018 y 2019, y a fines de 2019 dijimos “o juntos o ya fue”. Él trabajaba en Francia y yo a Francia no me iba a ir. Él me dijo “a España ni loco me voy”. A la semana lo llamaron para un trabajo en España. Él se fue para allá y yo llegué el 27 de febrero del 2020. El 16 tenía pasaje de vuelta para cerrar la casa de acá y ese día cerraron las fronteras. Dennis Smith. 

Y te quedaste.

No, logré volver porque mi vuelo salió antes del horario que había dicho Alberto. Era todo raro.

¿Cómo transitaste la pandemia?

Espectacular. Empecé mucho con la masa madre y estuve como una semana con intoxicación por una de esas. Eso fue lo peor que me pasó. Escribí una cosa que ahora vamos a leer en Recoleta sobre Manuel Puig. Amo a Manuel Puig y siempre lo acusaban de superficial, cosa que a mí también me han hecho mucho, pero igual la gente llora. Terminé de escribir el guión de la película que vamos a filmar ahora. Escribí un montón en pandemia. Cuando empezaron a haber vuelos, y como yo nací en España, me pude ir para allá. Dennis Smith. 

¿Cómo fue que naciste en España? ¿tus viejos se fueron para allá?

Toda mi familia materna es española, incluso mi mamá, y toda mi familia paterna es argentina. Mi mamá vino a los 3 años para acá con mi abuela, mi abuelo ya estaba acá. Fui a hacer funciones a Vigo, que es el puerto de Galicia, y fue espectacular. Entendí un montón de cosas de mi familia materna cuando llegué allá. Fue muy fuerte porque dentro de los paseos que hice, vi el puerto de Vigo y le mandé una foto a mi mamá, le pregunté si había salido de ahí y me dijo que sí. Es algo que tiene que ver con la obra, algo de la identidad y de dónde venís, algo que hace falta para entenderse uno y perdonarte ciertas otras. Con lo del guión de la película me pasó algo loco: estaba contando la historia de mi familia sin saberlo y sin mi familia saberlo. Las cosas están y uno no termina de entender, pero los conflictos, las dificultades, los miedos, están. Uno no sabe de dónde viene hasta que un día lo entendes, y te perdonas y perdonas un montón de cosas. Dennis Smith. 

La actuación ayuda muchísimo a eso, a poder soltar… aunque en una nota vos dijiste que te cuesta mucho soltar.

Totalmente, me cuesta mucho. Por eso hago obras sobre lo mismo durante tantos años. Me cuesta soltar. Actuar me ha servido para sublimar, no sé si para soltar, para no hacerme el boludo con las cosas, para reírme, ser feliz. Más que para soltar, actuar es para tener mejor vínculo. Yo noto que cuesta mucho sincerarse con las cosas. Dennis Smith. 

¿Qué te permitió el arte a lo largo de tu vida? ¿En qué te ayudó? ¿Cómo se traduce eso a tus creaciones?

Yo tengo una imagen muy clara de cuando tenía 22 años, estábamos haciendo una obra de teatro de Woody Allen y me acuerdo de sentirme feliz como nunca y decir “acá pertenezco”. Me pasa mucho en el teatro y en el cine, que en otros entornos no me ha pasado, incluso como cantante. En el teatro y en el cine me sentí como que pertenecía. Me acuerdo de los ensayos y era una fiesta total, indistinto de la obra porque no sé si era buena, pero hablo del grupo. El teatro es un lugar tan ancho, que acepta y se nutre, y cuanto más singularidad, mejor. Fue el primer momento donde me sentí parte de algo. Dennis Smith. 

No la tenías que caretear o no te sentías incómodo.

En mi adolescencia trabajé cantando, grabando, preparándome para un disco con tal productor y con tal compañía, y nunca terminaba de suceder porque era gay. Recuerdo cuando tenía 25 años que una persona de una discográfica de México me dijo “nos encanta, pero tendría que ser menos gay”.

¿Qué es ser menos gay?

Menos amanerado. Yo crecí en el paradigma de Ricky Martin y todo lo machote latino. El talento no alcanza para suplir todo.

Amas a Valeria Lynch.

Amo a Valeria Lynch.

¿Estudiaste con ella?

No. Estudié con su coach y corista que se llama Inés Cabrera. Ella le hacía todos los coros y la coacheaba.

¿La llegaste a conocer a ella?

Sí, la vi un par de veces. La primera vez tendría unos 20 años, en el Festival de Villa María, ella era presentadora y yo concursaba. Le dije “te amo Valeria”. Yo siempre muero por la boca, por las cosas que digo, pero con el paso de los años la sonrisa hizo que zafe. Me acuerdo que le dije “de chiquito te amaba”, y ella me dice “¿y ahora?”, «ahora también». Yo cantaba todas sus canciones de chiquito. Era tan fan que mis padres llamaron a canal 9 para ver si nos podían decir quién entrenaba a Valeria Lynch. Me consiguieron para entrenar con esa mujer. Yo me quedaba disfónico todo el tiempo porque gritaba mucho, era muy excitado de pequeño. No sé por qué digo de pequeño, ahora también. En la vida real soy más tranquilo en realidad, ahora estoy excitado porque vengo de ensayar temprano. Dennis Smith. 

Hablame del proceso creativo

Para mis obras escribo mucho y después empiezo a leer y recorto con una tijera qué es lo que me gusta. Ahí empiezo a armar un pequeño recorrido y me voy dando cuenta qué cosas me hacen falta, en el medio le meto canciones que son mis favoritas o escribo canciones. Eso es con mis obras personales. Después, por ejemplo, con la de Silvia Pérez que estoy haciendo, me trajeron la historia de Marie Bonaparte y yo les dije “me interesa la historia de Silvia”. La entrevisté durante un par de meses a Silvia, escribí un montón y empecé a ver qué sí y qué no. Como hubo tanto tiempo con la pandemia, ya había pre armado el montaje en la escritura. Con Los chicos de Varsovia el proceso fue que Ana me dio el libro, lo leímos, buenísimo. Le dije de hacer una versión en función de lo que más le interesaba contar y me dijo “la historia de los hermanos”. Hice un primer borrador que lo hice con música ya. Estaba enganchado con hacer música y compuse los arreglos de los 55 minutos y lo grabé, era tipo audiolibro. Le mandé el primer borrador a mi pianista y me dijo “¿por qué tanto sufrimiento? Termina la obra y uno se pregunta ¿para qué? Para mí habla sobre la identidad”. Ahí me terminó de ordenar todo, era sobre la identidad y no lo terminaba de ver. Ahí empecé a hacer algo más trama, más pedagógico si se quiere. No es 100% documental porque hay testimonios que eran de otra gente y los traje para tal personaje, porque si no se abría demasiado. Básicamente, el arco de la protagonista tiene que ver con el descubrimiento de una identidad que desconocía que le pertenecía. Parecido como te dije sobre el puerto de Vigo, así. Ella se mete a escribir un artículo sobre la guerra y después empieza a meterse más y se le abren un montón de ventanitas, porque ser polaco no es sólo eso, es un montón de otras cosas. Cuando termina el viaje, Ana dice una frase que es “soy lo que soy por todos los sueños, las tragedias, las esperanzas y los fracasos de los que ya no son”. Ella es eso por todo eso. No es algo menor. 

¿Cómo sigue tu año?

Ahora quiero calmarme un poco. Este semestre que vine a Buenos Aires tengo tres obras, una lectura y una película, es un montón. Creo que la segunda parte del año va a ser de bajar un cambio. Quiero terminar de escribir un guión de una película que vengo trabajando hace un tiempo, que básicamente es sobre la maternidad, es espectacular.

¿Es tragicómica?

Es tipo thriller total. La película habla sobre la responsabilidad y echar culpa. Hay una gran dificultad en entender la diferencia entre responsabilidad y culpa. El que echa culpas es que no se hace responsable. Un hijo es tu hijo, vos podes tener un ejército de empleadas, pero el hijo es tuyo ante la ley. La película se mete en ese lugar. Hasta diciembre voy a tratar de no hacer otras cosas y enfocarme ahí.

@dennichu

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