Vero Alfie (@veronicaalfie) una referente de la moda, cuenta: “El aislamiento fue un proceso largo, en un principio muy complejo. Cambiar fichas, reeditar y generar nuevas colecciones en función de los cambios es lo que nos ayudó”.
Desde Cross Clothing plantean que el aislamiento impactó para bien. “Veníamos con un crecimiento sostenido que se acentuó mucho en los meses de aislamiento. Al hacer streetwear tuvimos sold out de todo tipo de joggins, cargos y buzos. Los cortes oversized son super cómodos y abrigados coparon el mercado”.
Para Aurora Alfonso (@aurora_alfonso), una marca de zapatos y accesorios que siempre fue una marca con poca estructura y pese a que su producción se vio afectada en un principio por cuestiones de personal para el taller y falta de insumos, “las ventas en pandemia se cuadruplicaron”.
Muchos emprendimientos no tenían más que una tienda virtual, eso hizo posible que la adaptación de la nueva forma de compra sea algo natural. Otros, pasaron por una crisis que hizo que su negocio en poco tiempo tuviera que re-adaptarse.
Marcas como Circe Buenos Aires (@circebsas) tuvieron que implementar nuevas plataformas online de ventas para alivianar los costos de algunas plataformas que eran en moneda extranjera, “pasamos de usar Shopify a Tiendanube para reducir gastos y tener costos fijos en pesos argentinos. También reorganizar la logística de la distribución de los productos. Al estar el principal centro de distribución de productos cerrado (CoShowroom), tuvimos que organizarnos con stock en nuestras casas para así poder seguir despachando en tiempo y forma”, sostienen desde la marca.
Dokia Zapatos (@dokia.zapatos) nació como un emprendimiento online. “Mucha gente que antes no se animaba a comprar por internet lo hizo y muchos negocios que no tenían interés de tener tiendas online las tuvieron que armar”, dicen en la marca. “Desde este lugar, seguimos funcionando con normalidad acatando los recaudos necesarios que impuso el gobierno”.
Los emprendimientos con locales en centros comerciales tuvieron otra realidad y la adaptación fue más dura y radical. “El aislamiento impactó de manera muy fuerte en nuestro negocio, estábamos sobre la peatonal Florida, en Microcentro, así que trabajamos con la gente que iba a sus trabajos diariamente, al empezar a hacer home office el tráfico de gente bajó a casi 0 y nos quedamos sin clientes hasta que finalmente nosotros también tuvimos que cerrar”, cuenta Daniela Malizia, dueña de la marca Madz (@MadzFashion). No obstante, pese al cierre adaptó su proyecto a la venta online de productos para el hogar y deco. De esto hablamos cuando decimos que los emprendedores y diseñadores llevan la creatividad a su vida generando el cambio que necesitaban en el momento indicado.
Además de las buenas ideas, el gran aliado en estos tiempos es la tecnología. Los hábitos de consumo cambiaron, las personas que no se animaban a hacer una compra online, tuvieron que hacerlo.
Mientras que desde la marca Raimondi (@raimondi_) llevaron adelante un innovador servicio. Su dueño detalla: “Desarrollamos un sistema de video venta o VIRTUAL SHOPPER el cual consiste lisa y llanamame en una video llamada desde el local al cliente, con una cita previamente pactada, en la cual el cliente puede ver las prendas en vivo y así despejar todas sus dudas en tiempo real. Además de varias estrategias de venta. La innovación es fundamental en todo lo que realizamos por lo que siempre intentaré darle algo más a los consumidores”.
¿Cómo será la experiencia de compra de indumentaria en una etapa post-pandemia? Faltan respuestas a esta pregunta. Sin embargo, todos coinciden en la importancia de afianzar el vínculo con el cliente brindando un servicio de información confiable y seguro; estar más activos que nunca en redes sociales y enfocar las energías en una buena logística de los envíos.
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