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LIONEL SCALONI. Del escepticismo a la gloria

Lionel Scaloni por G7. Un hombre que no se olvida de donde vino, con perfil bajo, en pareja con Elisa, papá de Ian y Noah, muy perfeccionista y obsesivo con su trabajo, admirador de Bielsa, fierrero e hincha de Ford, fanático de andar en bicicleta y amiguero.

Ese es Lionel Scaloni.

El ex jugador y actual técnico de la selección argentina es uno de los responsables de que millones de personas vuelvan a sentir conexión con el equipo y su forma de juego. 

scaloni

Incluso tiene su propio grupo de seguidores, “La Scaloneta”- apodo que lo incomoda mucho, dicho por él mismo-, que inundan las redes cada vez que juega Argentina o viajan a donde sea que vaya.

Ese cariño entre la gente se lo ha ganado a fuerza de trabajo, ideas claras y paciencia.

Pero para llegar a este presente de disfrute, Lionel tuvo que atravesar un inicio complicado. Su entrada a la Selección fue bastante polémica, y su corta edad más la poca experiencia que tenía como técnico, lo pusieron en un mar de dudas sobre si estaba capacitado para semejante proyecto.

Aun así, hizo oídos sordos y se propuso demostrar que sí lo estaba. 

 

Su ciudad natal y la trayectoria como jugador

Lionel Sebastián Scaloni nació en Pujato, provincia de Santa Fe, localidad que exhibe en su entrada un cartel gigante y varios murales en honor al técnico campeón. En ese pueblo ubicado a 200 kilómetros de Rosario todavía vive su familia y amigos de la infancia. Es un lugar al que vuelve, cuando su agenda lo permite, a caminar y andar en bicicleta por las calles que lo vieron crecer.

Sus primeros pasos en el fútbol los dio junto a su hermano mayor, Mauro, en el Club Sportivo Matienzo de Pujato. Lionel Scaloni por G7.

Es un club de barrio donde lo recuerdan con mucho cariño y hablan de él con el pecho inflado de orgullo.  

Su padre, Ángel, decidió llevarlo a Newell’s Old Boys donde hizo su debut en primera división. Luego de unos años, y pocos partidos jugados, fue comprado por Estudiantes de La Plata, lugar donde permaneció hasta 1997 cuando fue vendido al Deportivo La Coruña de España.

Así comenzaría una gira por distintos clubes europeos que se extendería por 17 años.

Pasó un breve periodo por el West Ham de Inglaterra y luego volvió a España para ser parte del plantel de Racing de Santander. De allí se mudó a Italia para jugar en Lazio.

En 2008 se fue cedido al Mallorca durante una temporada y media, para luego hacer su segundo paso por la Lazio en 2009. Finalmente, en 2013 se unió al Atalanta, club donde se quedaría hasta su retiro definitivo en junio de 2015.

En Deportivo La Coruña es donde consiguió sus mayores logros:

un campeonato de liga, una Copa del Rey y dos Supercopa de España, además de alcanzar las semifinales de la Champions League en 2004. Incluso, llegó a ser capitán del equipo en muchísimas ocasiones y lo consideran un ídolo indiscutido. Lionel Scaloni por G7.

Su primer contacto con la Selección nacional fue en las juveniles,

donde se coronó campeón con el Sub 20 de José Néstor Pekerman en el Mundial de Malasia 1997. 

Con el seleccionado mayor disputó únicamente 7 partidos en toda su carrera. Formó parte del plantel de jugadores que viajó al Mundial de Alemania 2006, aunque sólo estuvo presente en un encuentro.

El recorrido con la Selección 

Antes de retirarse del fútbol profesional, Lionel ya tenía decidido que quería ser director técnico, por lo que realizó el curso durante su última etapa como jugador.

Su primera experiencia en ese cargo fue en las juveniles del Mallorca. 

Jorge Sampaoli le había prometido que lo iba a sumar a su cuerpo técnico. Cuando se hace cargo de la dirección del Sevilla, lo llamó a Scaloni para ser su ayudante. A mitad de 2017, Sampaoli fue convocado para hacerse cargo de la selección albiceleste y Lionel se convirtió en su nuevo analista de rivales. 

lionel scaloni

La selección quedó eliminada del Mundial de Rusia en octavos de final en manos de Francia, algo que resultó ser una gran decepción para muchos. Luego de la dura derrota, Sampaoli dio un paso al costado en medio de renuncias y rumores de peleas con algunos jugadores.

Sin embargo, y aunque los ánimos no eran los mejores en la Asociación del Fútbol Argentino, Lionel pidió quedarse y hacerse cargo de los juveniles. 

Mientras todo era un caos en la selección mayor, Scaloni consiguió el torneo de L’Alcudia con los jóvenes. Éxito que no se llevó los flashes de la prensa, pero que, sin saberlo, sería el gran trampolín en su carrera.

La AFA buscaba el reemplazante para el puesto de director técnico, tarea difícil ya que era un hierro caliente que nadie quería agarrar. Hasta encontrar al correcto, optaron porque Scaloni, con su flamante campeonato, quedara como técnico interino para jugar dos amistosos en Centroamérica. 

La decisión fue inesperada.

Primero porque se sabía muy poco de él. Segundo porque todos se preguntaban cómo un entrenador sin experiencia podía hacerse cargo de una de las selecciones más importantes del mundo. La sorpresa fue aún mayor cuando el equipo le respondió y rindió dentro de la cancha. Esos dos partidos fueron suficientes para que se quedara con el puesto de manera oficial. Lionel Scaloni por G7.

A partir de ahí, comenzaba un reto mayor para Lionel.

Un país futbolero como Argentina, con dos copas mundiales entre tantos trofeos, llevaba 28 años de sequía de éxitos. Y si eso no era presión suficiente para el técnico santafecino, también tenía otro importante desafío: volver a despertar la atracción popular que se había perdido por la Selección.

Scaloni, junto a exmundialistas como Roberto Ayala, Aimar y Samuel, comenzó con una gran renovación del plantel.

Así fue que en las siguientes convocatorias aparecieron jugadores que quizás no eran tan conocidos por la mayoría de las personas. El equipo fue funcionando cada vez mejor y el compromiso de los jugadores se veía reflejado en la cancha. 

Ese camino lo llevaría a conseguir la hazaña que le devolvió la sonrisa a un país y que le permitió al DT quedar grabado en la historia: ganar la Copa América 2021. 

La final en el mítico Maracaná contra Brasil, eterno “rival” en lo futbolístico, fue un antes y un después en su carrera.

Y en la de muchos jugadores que se habían bancado críticas durante años. Sin dudas, ese fue el momento que terminó por enterrar las dudas que todavía giraban sobre él. 

«Me llena de orgullo que la gente se sienta identificada (con la Selección). Después, todo lo que pasa en la cancha, en la calle, me pone incómodo porque no soy de expresar mucho, pero el agradecimiento es enorme. Lo que se está viviendo, ojalá sea siempre. Jugar con esta camiseta siempre será lo máximo». 

Lionel había conseguido romper una sequía de 28 años sin festejos. Pero había logrado lo más difícil, lo que se creía imposible hasta ese momento: volver a conectar a los jugadores con la gente. 

El presente es más de lo que cualquier argentino futbolero hubiera soñado jamás.

La selección clasificada al próximo Mundial en Qatar, un cuerpo técnico con ideas claras y un grupo consolidado dentro y fuera de la cancha que representan la pasión del fútbol nacional. Ese presente es el que hace que 45 millones de personas sueñen con lograr la hazaña mayor.

Y pensar que Scaloni entró como interino, en silencio y perfil bajo, y hoy está al mando de “La Scaloneta”. 

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