En este momento tan particular que atraviesa el mundo, una de las cosas que se percibe tiene que ver con el movimiento, tuvimos que dejar de movernos, ¿Cómo se traduce eso en expresión? ¿Cómo es posible la expresión en este contexto?
Pareciera que el movimiento es lo más restringido, pero en realidad lo que se reduce es la sociabilidad. Sociabilidad en un sentido amplio. Es decir, no referido al encuentro afectivo con familiares y amigos, sino la sociabilidad en términos culturales. Y eso, en cierta medida, bloquea la expresión.
¿Cómo analiza la sociología la pandemia y los consecuentes comportamientos de las personas?
El tipo de conducta que ha traído la pandemia tiene que ver, sobre todo, con la distancia social. Mi hipótesis es, no cuándo vamos a dejar de darnos besos entre desconocidos, sino cuándo vamos a volver a hacerlo.
¿Crees que se está comunicando bien en este momento?
Se está comunicando e informando muy mal. Hay una falta de respeto radical con el contexto en el que estamos viviendo, en el que se juegan un montón cuestiones de demasiado envergadura como para trabajarlas y tratarlas livianamente.
¿Cómo vivís la ausencia de fútbol en nuestro país?
Tal vez, uno de los beneficios de la pandemia es que se puede vivir sin fútbol.
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