La serie, protagonizada por Karina Hernández, cuenta la vida de Joy, una joven obesa de 27 años, judía y con un ácido sentido del humor que, insatisfecha con su vida profesional y sentimental, y luego de sufrir en silencio situaciones de bullying que se remontan hasta los días de la escuela primaria, deja salir su lado salvaje. Asume su condición con orgullo y obliga a reflexionar sobre la hipocresía social y sus prejuicios. “La serie es honesta y realista, y refleja a través del humor los sentimientos ambivalentes de una generación, la millenial, en la que la adolescencia se extiende hasta los cuarenta y tenemos que hacer frente a un mundo en crisis de todo tipo”, agrega Bárbara.
¿Cómo surgió la idea de hacer la serie “Gorda”?
Tamy: La idea de la serie surgió hace varios años cuando tuve la necesidad de hablar del tema que tanto me aquejaba: cómo es vivir con obesidad en Buenos Aires. De aquella vieja idea quedaron sólo las bases y lo más importante, contar a los gordxs de una manera distinta a como lo hicieron los medios de comunicación hasta la actualidad. Durante el 2016, las tres directoras-creadoras Bárbara Cerro, Sol Rietti y yo, nos encontrábamos trabajando en otro proyecto, una serie de animación llamada «Los Inadaptables». Compartiendo ideas y con la oportunidad de incluir a la productora B de Bueno surgió el espacio para empezar a escribir Gorda, en conjunto también con el guionista Fernando Milsztajn. Luego, con el apoyo de UN3, presentamos el proyecto al concurso de Series Web del INCAA y ganamos, lo que nos dio la posibilidad de contar esta historia con una gorda como protagonista.
¿Cuál es el mensaje que quisieron transmitir? ¿Creen que lo lograron?
Tamy: Es difícil hablar de UN mensaje porque en la serie se abarcan varios temas y, si bien parecería tener un tema central, queremos llegar a una amplia audiencia y no sólo a quienes se sienten identificadxs con la obesidad. La idea de la serie es denunciar y visibilizar la gordofobia de una sociedad que nos exige estándares de belleza inalcanzables y estigmatiza a todo aquel que no encaja en ellos. Y en ese sentido, creemos que si bien estamos hablando de la visibilidad del gordx en este caso, lo interesante sería que esa idea sea trasladable a cualquier otra característica o grupo que sufre discriminación. Esa es nuestra intención. Por la increíble respuesta y repercusión que tuvo la serie queremos creer que sí, logramos al menos una parte de nuestro objetivo.
¿Qué tan importante es que la ficción se meta con temas de actualidad como sucede en este caso con el bullying, el feminismo, la discriminación?
Sol: Los temas que trata son super importantes, pero todavía más importante es cómo son encarados. Intentamos salir del lugar común, ir un poco más allá y mostrar cosas desde ángulos no tan transitados. Por momentos incomodar un poquito, como en el momento del monólogo de Joy del capítulo 1, y también jugar desde el humor con personajes como Swartz y Julia. No queríamos bajar línea de una forma obvia, siempre quisimos que «Gorda» sea una comedia entretenida, con personajes complejos y reales. Nuestra mirada está en la serie y está buenísimo que cada vez haya más ficciones que hablen de estos temas, cada una con su punto de vista particular. Es super enriquecedor.
En el caso de la obesidad, no hay muchas ficciones que aborden la problemática, ¿qué repercusión ha tenido?
Bárbara: Tratamos de abordar la problemática desde un lugar distinto, lejos de lo conocido y de mensajes como el de la serie «Insatiable». Estamos muy emocionadas y contentas con la repercusión que está teniendo la serie. Nos llegan muchísimos mensajes de agradecimiento, cariñosos y también de chicas que se sienten identificadas y nos cuentan historias similares que vivieron. Es una serie que permite verse toda de corrido y la gente se queda con ganas de ver más. Recibimos miles de mensajes con pedidos de una segunda temporada. Toda esta repercusión y reconocimientos como el Martín Fierro, el premio del FNA, Mecenazgo, estar en la Berlinale, superó por completo nuestras expectativas, estamos muy felices. Seguramente en parte tenga que ver con el momento que estamos viviendo, la lucha feminista, y con que cualquiera que haya sufrido algún tipo de discriminación puede sentirse identificadx. La serie es honesta y realista, y refleja a través del humor los sentimientos ambivalentes de una generación, la millenial, en la que la adolescencia se extiende hasta los cuarenta y tenemos que hacer frente a un mundo en crisis de todo tipo.
¿Es una serie feminista? ¿Por qué?
Bárbara: Es una serie feminista principalmente porque cuestiona el modelo de belleza impuesto por el sistema patriarcal. La serie propone que una mujer puede ser feliz independientemente del cuerpo que tenga, que «Gorda» no es un insulto sino un tipo de cuerpo. La serie ayuda a naturalizar la diversidad. En las intros de los capítulos mostramos algunas injusticias a las que se ve expuesta Joy cotidianamente por el hecho de ser gorda, como, por ejemplo, no encontrar talle en los locales de ropa, ser maltratada en la calle o ser mirada con desdén. Está bueno exponer estas cosas porque en general no se habla del tema y quedan invisibilizadas. En la serie se ponen en tela de juicio convenciones, prejuicios y problemáticas que tienen que ver no solo con el cuerpo sino con el rol de la mujer, la sexualidad, el amor libre, el sexismo, etc. Además, la creamos entre tres mujeres que nos consideramos identificadas e involucradas en la lucha del movimiento feminista. También el equipo técnico estuvo conformado en su mayoría por mujeres.
La serie ganó el Martín Fierro Digital ¿Qué importancia tienen, en lo personal, los premios?
Sol: ¡Estamos felices y sorprendidas con todo el reconocimiento que está teniendo la serie! Es muy gratificante hacer un producto que guste. Lo que más nos emociona son los comentarios de la gente en redes sociales, pero obvio que los premios también nos ponen muy contentas y orgullosas. El Martín Fierro fue uno de esos estímulos hermosos, nos entusiasmó porque es un premio popular y es loco que una serie como «Gorda», hecha con poco presupuesto y que habla de temas poco visibilizados, obtenga ese reconocimiento.
También ganamos otros premios prestigiosos como el Fondo Nacional de las Artes y vamos a estar presentes en el BAWEBFEST y en la Berlinale. Todo esto nos ayuda a posicionarnos y que sea más factible producir una segunda temporada, que es algo que nos encantaría.
Más allá de la calidad del producto en cuanto a la producción, el guión, la dirección, ¿crees que el momento que vive la sociedad tiene que ver con que la serie sea reconocida?
Sol: Seguro que sí, esto tiene que ver con lo que preguntabas antes sobre el feminismo. «Gorda» es hija de su época, es una historia muy actual que en otro momento hubiera sido imposible abordar de la misma manera. La típica hace algunos años hubiese sido que Joy termine adelgazando o encontrando a un príncipe azul, pero ahora vemos otras opciones y cada vez más mujeres hacen su propio camino, sin esperar que un hombre o una dieta las salve. Además la serie es muy actual en relación a la forma de comunicación. Mucho chat, celulares, compu, stalkeo, hackeo, videos virales, etc… Eso lo buscamos desde el principio para que sea bien generacional y realista. Y también creemos que el reconocimiento viene de la mano de la identificación con Joy, que es un personaje muy real, con sus contradicciones, cosas buenas y malas pero muy adorable. Muchas chicas nos dijeron a través de redes sociales que la historia de Joy era parecida a su propia historia.
Saliendo de la serie en sí, ¿qué tan difícil es producir y dirigir hoy en Argentina?
Bárbara: Para nosotras que hacemos producciones muy independientes, nos vemos obligadas a tener que dirigir y producir a la vez. Si bien estamos muy agradecidas por haber contado con el apoyo del INCAA y Mecenazgo para realizar la serie, sabemos que en la actualidad hay muchas producciones que están frenadas, hay menos rodajes, y cada vez es más difícil tener apoyo estatal. Creo que hay que generar espacio para nuevxs directorxs, autorxs, y dar más apoyo a proyectos de bajo presupuesto. El cine es cultura y es necesario, sino vamos a terminar cediendo y desapareciendo por presiones de otras culturas. Espero que la situación actual que estamos viviendo se revierta y entendamos que la inversión en cultura es necesaria y necesitamos más políticas de apoyo y fomento.
¿Cómo ven el mercado de animación en el país?
Bárbara: Hay muchísima gente talentosa con proyectos muy interesantes, pero aún falta consolidarse como industria. Los costos de producción son muy elevados y en general los apoyos en este rubro no son suficientes. Si bien hay cada vez más diversidad en las historias, técnicas, más mujeres, creo que hay que seguir avanzando para sumar nuevas voces y espacios para proyectos más experimentales, de autor, que impulsen los límites visuales, conceptuales y narrativos, y que no sean necesariamente infantiles. En este sentido creo que está buenísimo lo que está pasando con Animation! en Ventana Sur, el recientemente creado APA Lab, el Bit Bang, Animal y otros festivales, porque enriquecen el paisaje cultural nacional.
¿Cómo siguen sus carreras luego de esta serie con un mensaje tan contundente?
Bárbara: Tenemos muchas ganas de hacer la segunda temporada de Gorda y cada una de nosotras está también con proyectos personales. Yo estoy arrancando con un corto y una serie, pero como ambos son animados, voy a tener para rato.
Fotos: Cortesía prensa