Barney Finn, director de cine y TV, además de guionista, asegura que las temáticas que cruzan la vida de García Lorca son tremendamente actuales: “García Lorca fue un hombre que luchó contra las adversidades de la época en que le tocó vivir, y hoy seguimos luchando contra los mismos molinos de viento, contra muchos prejuicios. Lo que en los años ‘30 definió su destino vuelve a ser tema. Las sociedades son bastantes refractarias”, dice.
Paulo Brunetti, actor argentino actualmente figura en la televisión, el teatro y el cine de Chile, reconoce el desafío de salir a escena solo, a transmitir la vida y obra de un autor de relevancia mundial: “Es un reto. Por momentos verán al actor, por momentos a Federico, luego de leer e investigar mucho, tengo que sacar lo que tengo dentro y de alguna manera hacer presente la sensibilidad que tenía ese gran poeta. Estaré solo con mi alma, mi memoria y mi sensibilidad”.
¿De qué se trata “Muchacho de luna”?
Muchacho de Luna es un recorrido por la vida de Federico García Lorca a través de sus poesías, cartas, personajes de sus obras. Profundiza tanto sus logros artísticos como en sus frustraciones personales.
¿Con qué se van a encontrar quienes asistan a ver la obra?
Se encontrarán con el mundo lorquiano. Desde su infancia hasta su asesinato. No hay una sola palabra que no sea del poeta. Los que no conocen su obra se llevarán a casa este maravilloso mundo de Federico y, por comentarios de gente que la vio, una necesidad de conocerlo a través de la lectura y los que lo conocen, se emocionarán con sus palabras, cartas y monólogos o palabras de Yerma, Rosita, Bernarda, Leonardo, de todos ellos.
¿Qué implica para tu carrera este papel? ¿Cuáles son los principales retos de esta puesta en escena?
He trabajado en obras importantes, muchas de ellas también de la mano de Barney Finn, pero sin dudas este es un personaje distinto, más complejo. Primero porque es unipersonal, estoy solo con las palabras de Federico, y en una hora cinco que dura el espectáculo, entro y salgo de distintos personajes, muchos de ellos femeninos, bien delineados de la mano de Barney Finn. Escarbar en mi ser, lo femenino que llevo dentro, Rosita, Yerma, Bernarda, ha sido un placer poder hacerlo y un redescubrirse como actor. Nunca he sentido con otro espectáculo lo que implica salir a escena con Muchacho de Luna.
¿También tenés participación en la producción?
Si, soy junto a Barney Finn y Sol Vanelli el productor de la obra. Algo que venimos haciendo hace tiempo. Esto permite buscar entre nosotros qué es lo que realmente queremos hacer y mostrar, y hacia allí vamos. No soy de quedarme sentado esperando que me llamen.
¿Cómo surgió la oportunidad de hacerlo?
El cuerpo pedía Lorca, y esa necesidad se la traspasé a Barney. Pensé que me propondría Bodas de Sangre o alguna otra obra. Y apareció con este maravilloso regalo, después de un trabajo de orfebre de su parte, ya que la elección de los textos es de él.
Luego de varias participaciones en la escena local, te fuiste a Chile, ¿Por qué?
Junto a Barney hicimos en el 2007 «La gata sobre el tejado de zinc caliente» de Tennessee Williams y luego de 6 meses en cartel nos vio un actor chileno (productor también) Tomas Vidiella y le propuso a Barney llevarla a Chile. Allí fuimos, sólo los dos, y la hicimos con elenco chileno. Ahí me vieron de la televisión chilena y me empezaron a llamar para producciones allí. Con el tiempo me di cuenta que el lugar que había empezado a ocupar era bastante importante y decidí quedarme y aprovecharlo. Hoy llevo 12 años en Chile, unas 13 teleseries, 6 películas y varias obras de teatro.
¿Qué te da el país vecino en términos artísticos?
Me da la posibilidad de tener vigencia en la TVlocal, eso implica contratos estables, los cuales me permiten realizar las producciones teatrales que hago junto a Barney. De alguna manera somos una dupla teatral que hemos y seguiremos realizando las obras que creemos necesitamos, queremos y ansiamos.
¿Qué sentís al volver a trabajar en Argentina?
Siempre es un goce volver a Argentina. El público es más exigente, la cartelera lo hace posible. Junto a New York y Londres, Buenos Aires es lo más importante teatralmente hablando, por ende, las obras y mis colegas hacen que mi yo actor sea una exigencia permanente para crecer en esta profesión.
¿Cómo ves la escena local? ¿Qué crítica le harías?
La escena no va a desaparecer nunca, esa pasión que le ponemos al teatro es comentada en todo el mundo. El país puede estar mal, pero la gente siempre va al teatro. Si baja la venta de entradas no se debe a que lo que se muestra sea malo, se debe a que los que nos gobiernan dejan de lado la cultura, siempre somos los último del tarro, pero nosotros nos las ingeniamos para que siempre estemos vigentes. Algo que celebro. Siempre que vengo veo algún espectáculo, me faltan días para poder ver todo lo que quiero.
¿Qué es lo que más disfrutas hacer? Cine, teatro, tele.
Teatro siempre y sin dudas. La adrenalina y la energía del aquí y ahora es imposible de explicar. El cine y la TV son del director. El teatro del actor.
¿Hay algún otro proyecto dando vueltas además de la obra?
¡Siempre! Dirigiré un par de obras de Santiago Loza y estamos detrás de unos derechos de otra obra junto a Barney, yo como actor. Ya se enterarán….
¿Planes de volver a Argentina?
Siempre vuelvo, Muchacho de Luna es un ejemplo.
¿Y a la Patagonia?
Es mi vida. Allí está lo más importante. La familia. Por ende, la energía la cargo allí.