En Argentina aprendemos a nadar en lodo si se trata de ir por nuestra pasión. Esa es la historia de muchos artistas atravesados por la cultura y que solo quieren dedicar sus días a vivirla. Es también la historia de Mariana Point, directora, guionista y un montón más de roles que cubre orgullosa cuando se trata tanto de una mega-producción o una más pequeña: ”se aprende en la cancha”. Marian es dupla con Jess Praznik -La Polaca- y juntas la vienen rompiendo haciendo videos para Nicki Nicole, Duki, Emilia y otros artistas. La remaron porque sabían lo que querían: las pibas querían filmar y nada más.
Viajemos en el tiempo ¿Cómo empezaron a trabajar con Jess?
Con Jessi trabajamos hace casi 11 años, no teníamos un peso. En ese momento ella estaba en la UNA. Después, cuando la facultad y el laburo no terminan siendo muy complementarios, ella dejó y empezamos a filmar producciones nosotras.
Filmamos un corto experimental en mi casa, pedimos plata prestada y nos fuimos a participar de una maratón fílmica en Mar del Plata, con “Adolescente Menta”, una historia de amor entre 2 amigas, con el cual ganamos un premio.
Estábamos cansadas de ver está temática contada por chabones – todos estaban con “La vida de Adele”- todo era cliché. Nuestro objetivo era contar historias de amor y naturalizar la temática. Que te identifiques siento hetero, no binarie, que sea contada desde el corazón. Teníamos que tener cuidado para no caer en el cliché. A partir de préstamos, producimos, filmamos en el Bosque Peralta Ramos y ganamos el segundo lugar.
Después creamos “La Fábrica de tortas” -una serie de cortometrajes de temática lésbica-. Hicimos de todo; actuamos, cubrimos todos los roles posibles, hasta cocinamos fideos para todo el equipo porque no nos alcanzaba ni para pagar unas pizzas. Filmamos “Pastel de Colibrí” que fue el primero de la serie y luego filmamos él segundo que fue “Pastel de cereza”.
Nos metimos en el BAFICI, el corto giró como 2 años por todo el mundo y ganamos varios premios y menciones. Seguiamos haciendo de todo y nos daba un poco de vergüenza estar en todos los créditos y cometimos el error de sacarnos de muchos roles, por inexpertas, porque era un re esfuerzo el que hacíamos pero queríamos salir un poco del under.
En ese momento la gente que estaba en la movida era gente de otro poder adquisitivo, nosotras no llegábamos a fin de mes, nos metíamos en préstamos que nos sacaban el alma.
Jess trabajaba editando en una productora, yo en un call-center, se nos hacía muy difícil filmar; nosotras queríamos filmar y nada más.
Teníamos ideas, guiones, pero no teníamos plata. No terminábamos de pagar un crédito y nos metíamos en otro corto.
Era nuestra manera de hacer arte, le poníamos el corazón y sentíamos que filmando es la única manera que se sale a la cancha.
Fue con Nicki que hicieron el primer laburo más reconocido…
Si, en su momento Nicki no era tan conocida como hoy, la rompió con “Colocao”. El crecimiento fue muy grande ahí. Para ese clip ella tenía ideas, yo soy muy noventas, me crié mirando películas -de hecho me sorprende estar haciendo guiones para videoclips- y ahí empezamos a trabajar juntas. A veces Nicki trae ideas y a partir de ahí hago el guión.
Por ejemplo, para “Verte” ella quería “arena, agua y una camioneta Volkswagen” y en base a eso me puse a escribir.
A veces las ideas que me llegan para empezar a construir la historia son situaciones aisladas, en base a eso yo armo dos o tres sinopsis de historias diferentes que puedan entrar dentro de lo que es la órbita del videoclip, pensando en qué se puede contar y qué no en un formato muy corto. Una vez que se elige y se aprueba la idea y la historia, Jess empieza a trabajar el tratamiento estético.
¿Cómo se dio ese contacto con Nicki?
Jess era editora en Lauria y ahí se conocieron con Nicki. Al poco tiempo de que empezó a meterse en el estudio y a hacer sus primeros shows se empezó a registrar todo a modo documental y salió “Mis recuerdos”, un pequeño corto que está en youtube sobre el primer año de Nicki post Wapo. Después vino la cuarentena y llegó “Colocao”. Nicki quería estrenar la canción con su videoclip y la única forma de hacerlo era de manera remota. Ella quería hacer algo con una estética de los 90s, así que propuse hacer un homevideo que se usaba mucho en esa década para mostrar la vida de los artistas. Así que en “Colocao” hicimos una idea de Niki y mía y una vez que eso estuvo claro y aprobado fui desarrollando el guión
Todos los guiones que escribo tienen un tinte de sororidad entre las pibas y empoderamiento, nunca algo que nos cosifique.
¿Te gusta laburar en equipo con una perspectiva más feminista?¿Cómo manejas el trabajo en equipo?
En los rodajes vamos viendo con quién funciona y con quién no, vas repitiendo la fórmula. Que haya pibas es siempre importante. Es difícil pero siempre buscamos que haya mujeres sobre todo en los roles técnicos ya que son roles que suelen ser ocupados siempre por hombres. Es difícil pero cada vez hay más. De todos modos, los pibes que laburan con nosotras son otra camada, no son como los de mi edad (40) que terminan diciéndote cómo hacer tu trabajo. Cada cuál en su rol, antes la dejaba pasar ahora la corto más rápido.
¿Ves cambios en la industria audiovisual o la ves igual que cuando comenzaste?
No la veo igual. Lo vengo charlando mucho porque veo de nuestra generación que hay un resabio de la rancitud vieja. De hecho no termino de congeniar con gente de mi edad, sino que más con los más chicos. Los pibes más chicos quieren dirigir, están más en filmar y no en una pose. Se hizo una industria más grande y menos selectiva. Hay más herramientas y es más fácil el acceso a poder filmar y que se vea. Antes era más elitista, no había gente hipotecando comida, que era lo que nos pasaba a nosotras.
La convicción fue la fórmula….
Yo vengo de una familia que se sienta en una empresa y no sale de ahí hasta los 40 años. Me salí del molde. De hecho estuve avanzada en la carrera de Derecho para tener plata para poder filmar y después me di cuenta que no era por ahí.
Cuando me dijeron Doctora y no tenía ni el 50% de la carrera hecha dije no, no quiero esto, no es por acá. Me pegaré 70 palos pero no es por acá. Dejé Derecho a los 27/28 y ya me había asomado tímidamente a producciones under de pibes que estudiaban cine y yo sabía que era eso. Mi sueño era trabajar en esto. De donde vengo era imposible, mi familia me lo decía. Y no les di bola. Fui por mi camino donde me uní con Jess y más allá de que mucha gente nos decía “¿Cómo van a sacar un crédito para filmar? Tienen que hacer otra cosa”. A nosotras no nos importaba. Y cuando surgió la oportunidad lo dimos absolutamente todo como si no tuviésemos plata.
¿Qué rol de copa más?
Lo que más disfruto es que mis ideas se materialicen. Disfruto mucho escribir así que el guión lo tengo muy rápido, bajo fácil las ideas y me gusta mucho ver cómo esas ideas que están primero en mi cabeza y después en el papel, pasan a ser imágenes.
El proceso de trabajar en equipo con un artista y un director o una directora me encanta porque me permite entender lo que el artista quiere contar en el video, bajar esa idea, escribir esa historia y una vez que pasa a dirección, ver cómo esa historia se transforma en imágenes es un proceso que disfruto mucho.
Ver mis ideas y mis guiones materializados es lo que más me gusta, sobre todo porque puedo llevar al videoclip el lenguaje del cine.
Cuando Dirijo y escribo es un proceso diferente, que también disfruto mucho porque tengo todo en la cabeza,pero tengo que ser más comunicativa con otras áreas, que requieren ser más clara, precisa y me saca más energía.
Se suele laburar con muchas personas dando opiniones: el artista, el sello, managment; son muchas personas decidiendo entonces ahí es cuando se empieza hacer todo más pesado.
Te gusta la ficción…
Me gusta mucho la ficción, me copa laburar los personajes. A veces cuando veo una serie o peli, tal vez él guión no me copa, pero veo algún personaje bien laburado, en detalle, y banco lo que veo.
Es algo que trato de hacer en cada video clip, hay un contexto que cuento y que se peguen el viaje los artistas cuando eligen el guión.
¿Te ves en publicidad?
Mi objetivo es siempre ser real, y la verdad es que estaría bueno que la publicidad sea más real. No?
Hace unas semanas los chicos de Bunker (una productora con la cual venimos trabajando hace tiempo en conjunto junto con La Nieta Films, la productora que tenemos con Jess,) me invitaron a formar parte de su roster de directores y directoras. Mi respuesta para ellos fue un re si. Pero porque son pibes frescos, jóvenes, que tienen muchas producciones de distintas escalas encima y para mí tener la posibilidad de sumarme a una productora con cabezas jóvenes y poder ver ese cambio generacional desde producción es hermoso. Porque todo parte desde ahí.
Si voy a dirigir publicidad quiero hacerlo con una productora que respete y confíe en el equipo técnico, con una productora que se que las marcas que van a elegirlos saben eso.
Respetar y apreciar el trabajo de cada integrante del equipo es fundamental para mi, porque es muy hermoso nuestro trabajo en general, pero a veces él trato, o la manera de referirse al equipo y a los talentos en el set no está bueno, es algo muy vieja escuela y que yo no avalo.
En nuestros rodajes el equipo siempre termina agradeciendo el trato y el ambiente que hay, y agradecer él buen trato con tanto énfasis, realmente me pone mal y estan agradeciendo algo que no deberia ser asi y tampoco deberían de santificarnos por ser lo que hay que ser, una persona que labura con otra, en diferentes roles mancomunados, que se yo.
Por eso claro que me gustaría dirigir publicidad, pero me gustaria hacerlo con nuestro código, lo vintage no tiene que existir mas. O al menos yo no quiero formar parte de eso.
¿Estás con laburos en curso?
Estoy en la etapa de post producción de un Videoclip que dirigí para una productora de Miami que se estrena en Septiembre. También estoy escribiendo una idea de ficción para un formato corto. Y laburando un formato de podcast haciendo la dirección creativa que trata sobre feminismo y religión. Una obsesión que me derivó Derecho Romano y El Poder Divino y ahí empecé a obsesionarme.