Cuando en el mito Narciso se desconoce en el reflejo de la superficie del agua, pone de manifiesto lo difícil que era para los griegos, y para la humanidad actual, el sentir identidad.
La estrategia de un slogan refuerza el sentimiento de identidad y existencia, siendo esto favorable para los productos que representan.
Lo que importa:
Advertir que tales estrategias contribuyen en el establecimiento de hábitos inconvenientes adoptados por el ser humano.
A lo largo de los años la publicidad ha contribuido con la naturalización de hábitos que en rigor nada tienen de natural.
Del mito de Narciso al marketing.
Un ejemplo simple: «Coca-Cola, es sentir de verdad». Lo quiere decir sentir de verdad, habría que preguntárselo a cada persona. Lo llamativo de este ejemplo es que pareciera ser condición única por la cual una bebida que en sus comienzos contenía cocaína, y ahora níveles de azúcar no recomendables, siga siendo elegida para beber.
No me propongo aquí desarrollar los motivos por los cuales el slogan sentir de verdad refuerza la identidad de la persona a la hora de elegirla, además del color rojo, y lo que se asemeja a dos ojos y un rabo en la tipografía utilizada para las palabras Coca-Cola.
Fisiologicamente, sabemos que el dulce produce un efecto estimulante en la boca, en el estómago como saciedad, y en el cerebro como gratificación. Estos aspectos contribuyen definitvamente al éxito de la fórmula.
Vamos a un ejemplo más reciente, más cercano: «Con Vino es vida, la bebida de los pueblos fuertes». Este es un slogan que precinde de desarrollo para entender que quien pueda sentirse algo alicaído, encuentre en el vino un refuerzo de su ánimo. Descontando que a los pocos vasos lo que pareciera hacer fuerte a la persona es la desinhibición que produce el alcohol, y que en rigor, es deletéreo para el organismo, y para el funcionamiento psíquico.
Cito un último ejemplo de un slogan: «JUST DO IT». A diferencia de los ejemplos anteriores, este producto no se ingiere. El hábito aquí no es a través de la alimentación.
Está quizá ligado a superarse para lograr identidad o ser parte de, a veces descuidando la hidratación, descuidando las articulaciones, la elongación de el sistema músculo esquelético, y la función cardiovascular, entre otras. Si el eslogan fuera «just do it, but take care of yourself» claramente no sería útil.
Quizá este sea un slogan positivo, y convenga leer «Shoe Dog», la biografía de Phil Knight para entender de dónde surge tal impulso.
¿Cuántas cosas y de qué modo, como la cantidad de luces, los productos que están a la altura de la vista en en las góndolas , la figura de famosos elegidos para representar la marca, colaboran a que nuestra identidad haga pie en nuestra conciencia?
¿Cuántas cosas imitamos a pesar de saber que no convienen porque tal estrella de cine o de la música lo hacen o hicieron?
¿Cuánto contribuye el marketing al establecimiento de hábitos que confunden identidad con fisiología, siendo problemáticos a la salud y al bienestar, en lugar de gratificantes al ánimo?
Del mito de Narciso al marketing
Columna del Dr. Santiago Dayenoff – Executive Coach y Especialista en Psiquiatría