Yungblud aterrizó en el corazón de Soho, NYC, con un estilo transgresor y un sonido rockero alternativo que volvió loca a la audiencia. En su mayoría adolescentes, los fanáticos estallaron en ovaciones cuando el protagonista irrumpió escena con un vestido negro sobre las rodillas y sus características creepers con medias altas color rosa. Alrededor de las nueve de la noche, y tras una serie de saltos kilométricos, dio comienzo al show con el track que da nombre al álbum, 21th Century Liability.
Con solo 19 años, con un disco y un EP en su haber, el británico entendió como revivir sonidos clásicos de su país, cómo traer a escena la esencia de los primeras canciones de Arctic Monkeys y con clase, mezclar hip hop moderno con ska.
Casi ningún tema quedó en el tintero, Dominic Harrison (su nombre real) se encargó de que el público viva cada hit con la misma pasión que lo hace él. Algunos como “Loner”, “King Charles” y “California”, fueron los que se llevaron los más eufóricos aplausos. Hacia la mitad de la noche, la emoción poseyó el lugar al sonar el primer acorde del introspectivo “Kill Somebody” y sin dudas, ocurrió lo mismo hacia el final cuando sonó “11 Minutes”, el tema colaborado por Halsey. A pesar de los rumores de que Dominic y Halsey ahora son pareja, ella no asistió y durante la interpretación de este track, su voz se escuchó en off.
Durante una hora y media, el cantante no tuvo respiro. Corridas, saltos, gritos y exóticos bailes hicieron del show algo único y sacó a la luz la genuina personalidad que Yungblud tiene sobre y debajo del escenario. El show llegó a su fin con “Machine Gun (F**ck the NRA)”, la banda se fue y el público quedó con una inevitable expresión de satisfacción.
Fotos: Darkkristo